Decenas de estudiantes se concentran en el Sagasta en apoyo de la alumna que quiere llevar velo en clase

Decenas de estudiantes del IES Sagasta se han concentrado este miércoles en apoyo de Eman Akram, la alumna de primer curso de Bachillerato Internacional que se ha opuesto a la obligación, implantada este curso, de acudir a clase sin el velo islámico. La cita tuvo lugar en el segundo recreo de la mañana, entre las doce y media y la una de la tarde, y se inició con un prolongado aplauso del que la protagonista de los últimos días era testigo, discretamente situada frente al escenario de la protesta junto a algunas compañeras.

Un portavoz del grupo convocante, Aníbal San Martín, estudiante de Cuarto de la ESO y miembro del Consejo Escolar, leyó un comunicado para defender el derecho de las estudiantes musulmanas a llevar puesto el velo islámico: «Consideramos que es una medida que atenta contra los derechos fundamentales a la educación y a la expresión religiosa». «La norma original del Reglamento de Organización hablaba de una indumentaria adecuada –enfatizó–, lo que no tiene mucho que ver con la interpretación actual. Pedimos una lucha de todos aquellos que deseen una educación igualitaria y una cultura diversa».

De la misma manera, San Martín anunció que se ha iniciado una recogida de fimas para tratar de revertir una decisión que consideran «desproporcionada y desfavorable». Los manifestantes recibieron, entre otros, el apoyo de los dos diputados de Izquierda Unida en el Parlamento regional, Henar Moreno y Carlos Ollero.

Asimismo, algunos participantes repartieron pasquines en los que se incluía una frase de Práxedes Mateo Sagasta: «Cuando se cierran las puertas de la justicia, se abren las de la revolución». «Ser quien eres está prohibido», se leía también. Al final de la cita, varios alumnos dieron la vuelta al instituto para colocar algunos panfletos en la puerta principal. «En el instituto se sigue impartiendo religión cristiana y no se discriminan los símbolos religosos», denunciaban. Del mismo modo, durante la concentración, se corearon varias consignas: «Sí a la educación, no a la imposición», «inclusión, no exclusión».

La estudiante afectada, Eman Akram, que no participó directamente en la protesta, agradeció el apoyo de sus compañeros. Eman decidió entrar ayer a clase sin el velo para evitar la expulsión del centro y para no comprometer su futuro en el Bachillerato Internacional, que solo se imparte en el IES Sagasta, aunque sigue manifestando su deseo de luchar en todas las instancias posibles por lo que considera su identidad y «sus derechos religiosos».

Aunque la concentración ha sido en todo momento pacífica, en los últimos minutos algunos estudiantes dirigieron gritos contra la directora del centro. La Policía Nacional acudió al final del recreo para, según indicaron, garantizar la entrada de los estudiantes al instituto.

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