El virus que acorta distancias
Cinco riojanos residentes fuera de nuestro país nos cuentan cómo viven estos días de confinamiento
Pocos lugares del mundo escapan a la crisis del COVID-19 y al confinamiento al que este virus nos tiene obligados. Sin embargo, la severidad de los encierros va por barrios (o por países). También la incidencia de la pandemia. Y de ello nos dan buena cuenta los riojanos que residen fuera de nuestras fronteras.
Hablamos con cinco de ellos residentes en Osaka, Dallas, Estambul, Bruselas y Londres, todos muy pendientes y preocupados por lo que están viviendo sus familias aquí, en La Rioja. Y la mayoría, con viajes a su tierra cancelados, lo que a Cristina Martínez le impedirá celebrar su cumpleaños en familia y a Andrés Mourenza, presentar en España su nuevo libro (al menos en fechas próximas). Incluso los hay que tienen en el aire su enlace matrimonial, como le ocurre a Patricia Ajamil, quien reside en Londres con su pareja y con quien tiene previsto casarse el próximo 14 de julio en Logroño. Ella, además, ha vivido el coronavirus en sus propias carnes, del que afortunadamente ya se encuentra prácticamente recuperada.
Familia, deporte y teletrabajo
Todos nuestros entrevistados han intensificado sus videollamadas, contactos telefónicos y mensajes vía WhatsApp con España para interesarse por la salud de familiares y amigos, y saber de su confinamiento. También de la situación económica, preocupación que Cristina Martínez comparte con amigas tocadas por ERTE. Contactos que también permiten disfrutar de buenos momentos, como esos concursos gastronómicos que cada domingo comparte Mourenza desde Turquía con los colegas de Logroño.
La mayoría de estos riojanos coinciden además en la fórmula del teletrabajo durante los días de encierro y en los momentos de mimo al cuerpo, más palpables en Miguel Ángel Lotina con sus entrenamientos o en Cristina Martínez con el yoga.
Por otra parte, Javier García del Moral posiblemente sea quien mejor lleve el encierro físico, en su casa de Dallas con jardín, pero también quien más acuse sus consecuencias económicas, dado que en enero pasado inauguró un restaurante de comida española que actualmente sólo sirve a domicilio.
Todos ellos viven esta crisis sanitaria en diferente grado y manera, y lejos de uno de los focos más virulentos de la pandemia, España.