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El presidente Capellán con Pedro Sánchez en la Moncloa. EFE
Política

Capellán pide las Glosas y más trenes mientras el PSOE encarga a Javier García la tarea de bregar contra la mayoría absoluta del PP

Pío García

Logroño

Martes, 18 de febrero 2025, 18:39

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Gonzalo Capellán se sentó en la butaca principal del Palacete en julio de 2023. Al contrario que otros barones de su partido, no tuvo que pagar ningún peaje. Las urnas le concedieron una muy confortable mayoría absoluta –completada por un éxito similiar en el Ayuntamiento de Logroño–, de manera que evitó mezclarse con Vox. Desde entonces gobierna con una sensación muy parecida a la placidez, sin sobresaltos internos ni graves quebraderos de cabeza. Los consejeros siguen siendo los mismos, la manera de actuar idéntica, las palabras muy similares. Quizá la mayor novedad del estilo de Capellán radique en su voluntad de no meterse en charcos nacionales, sitúandose, de este modo, en las antípodas de Ayuso. Incluso se precia de mantener una relación cordial con el presidente Sánchez y con el ministro de Transportes, el volcánico tuitero Óscar Puente, los demonios favoritos del PP. Dos momentos resultaron clave en 2024: la visita del ministro vallisoletano a Logroño y la reunión en Moncloa con el jefe del Ejecutivo español.

El 31 de mayo, tras un inicial y amargo cruce de acusaciones, Puente se hizo carne y apareció en Logroño. La polémica había surgido un mes antes, el 19 de abril, cuando el ministro anunció las nuevas conexiones ferroviarias. Sobre un mapa de España, aparecía dibujado otro enlace entre Logroño y Madrid, pero más lento, por Miranda y previa parada en Burgos y en Valladolid. Al Gobierno de La Rioja no le gustó la oferta, el ministro Puente se ofendió, salió de arrastro en Equis (el antiguo Twitter) y amenazó con suprimirlo y llevárselo «a otro territorio en el que sea más útil».

El presidente Capellán con Pedro Sánchez en la Moncloa y con Puente en las obras de la Ronda Sur de Logroño. Justo Rodríguez
Único tren con servicio directo hacia Madrid. Sonia Tercero

Las aguas, sin embargo, solo se desbordaron un poquito. La visita de Puente sirvió para que regresaran definitivamente a su cauce, con el compromiso del Ministerio de añadir a su oferta inicial un nueva conexión entre Logroño y Madrid –directa y más rápida– por Calahorra. La fecha prevista para la implantación del servicio a Madrid por Miranda era noviembre, pero luego la cita se retrasó hasta la primavera de 2025. Para entonces España debería haber recibido ya todos los nuevos Talgo 107, que permitirían agilizar o incluso duplicar el trayecto por Calahorra. El Gobierno riojano mantiene su confianza en que ese tren, que es el que verdaderamente ambiciona, llegará en 2025. «Si en junio no hay un tren a Madrid por Calahorra en menos de tres horas con dos frecuencias más, entonces sí llamaré para ver qué hay de lo mío porque esa es una propuesta muy clara del presidente y del Gobierno. Yo intento no molestar y no llamo por cualquier cosa», resumió Capellán en la entrevista publicada por este periódico el 29 de diciembre.

La Rioja espera más conexiones con Madrid para primavera de 2025

Si la visita del ministro Puente a Logroño tuvo algo de morbo, la de Capellán a la Moncloa llegó en medio de una ruidosa polvareda nacional. El modelo de «financiación singular» para Cataluña, aunque sin concretar, sirvió para convencer a ERC y para enojar no solo al PP, sino también a algunos barones socialistas no demasiado dispuestos a andar regalando conciertos por ahí: Page, Lambán, el asturiano Barbón incluso. Las visitas de los líderes regionales a Moncloa se convirtieron en una sucesión de reproches por las concesiones –presentes y sobre todo futuras– al nacionalismo catalán. Capellán, sin embargo, llegó con su carpeta, se olvidó de las consignas de Génova –que los demás presidentes populares siguieron religiosamente– y reclamó mejores infraestructuras y la devolución temporal de las Glosas. Fue divertido comprobar el estupor de los periodistas madrileños, tan entretenidos con sus politiquerías, al escuchar cómo un presidente autónomico no se preocupaba tanto por Cataluña como por un manuscrito del siglo X del que, en el mejor de los casos, solo tenían un conocimiento aproximado y escolar.

Javier García Turza, profesor de la UR, con el prior de San Millán,José Ramón Pérez. Justo Rodríguez

Una investigación histórica con alcance político

Pocas veces un estudio histórico llegó tan a tiempo y fue presentado con tanta pompa: en el Palacete de Gobierno y con la entusiasta introducción del presidente, Gonzalo Capellán. La investigación del profesor Javier García Turza sobre el archivo de San Millán deparó un hallazgo sorprendente, que ponía en cuestión la versión habitual de la salida de las Glosas hacia Madrid. Una carta del bibliófilo y cazador de manuscritos Pascual de Gayangos daba a entender que los códices emilianenses no salieron primero a Burgos y luego a la capital de España, como hasta ahora se pensaba, sino que fueron enviados por el propio Gayangos a la Real Academia de la Historia sin dar aviso ni a la autoridad civil competente ni al propietario del monasterio. La Real Academia de la Historia acusó recibo e incluso cambió el relato incluido en su página web, pero siguió insistiendo en que los manuscritos son legalmente suyos y no piensa cederlos.

Quizá aliviado por el tono del encuentro, Sánchez consideró «muy justa» la reivindicación riojana y se abrió a la intercesión ante la Real Academia de la Historia, que mantiene el códice cerrado bajo siete llaves. Ni siquiera las últimas investigaciones presentadas por Javier García Turza, y que apuntan a la salida ilegal de los manuscritos emilianenses hacia Madrid, han ablandado el corazón de los académicos, que no admiten ni una cesión temporal para celebrar una exposición en San Millán. Como en el caso de los trenes, en 2024 la partida de las Glosas quedó en el aire, pendiente de resolución.

El facsímil con las Glosas que se guarda en San Millán.

Renovación socialista

Las dinámicas de los partidos políticos son curiosas, aunque responden con bastante exactitud a una ley física: cuando no hay sillones que repartir, la inestabilidad tiende a infinito. El Partido Popular de La Rioja podría ejemplificar este teorema. 2022 y 2023 fueron años de combustión interna, cerrados con la designación a dedo de Gonzalo Capellán. Con algunas salvedades, aquellas impetuosas marejadas internas cesaron solo con la expectativa del triunfo electoral. Desde la mayoría absoluta del 28M, en la sede de Duquesa de la Victoria solo se respira paz y reverencias al líder.

Al PSOE, sin embargo, le tocó vivir un 2024 turbulento, salvado in extremis con la designación de Javier García Ibáñez, alcalde de Arnedo, como nuevo secretario general.

La inapelable derrota socialista en mayo de 2023 acabó con el Gobierno de Concha Andreu, aunque la inmediata convocatoria de elecciones generales detuvo el tiempo, frenó la digestión del fracaso y aplazó su relevo al frente del PSOE. El año 2024 se convirtió así en un bullir de rumores sobre los posibles candidatos, aun cuando ni siquiera se habían fijado las fechas del congreso regional. La inestabilidad política nacional, con el Gobierno de Sánchez sustentado por una coalición variopinta y mal avenida, tampoco ayudaba a despejar el panorama local. Tras algunos amagos previos, Javier García anunció el 1 de julio su intención de concurrir a las primarias. Su decisión no sorprendió. García había asumido la portavocía del grupo parlamentario socialista y nadie dudaba de su voluntad de relevar a Concha Andreu cuando llegase el momento. Ese momento, sin embargo, no parecía llegar nunca. En marzo, García mandó un mensaje envenenado a Andreu, aunque encriptado en un tuit de despedida al expresidente valenciano, Ximo Puig. Decía: «El éxito de un líder no se evidencia con el final de su proyecto, sino facilitando su continuidad haciendo gala del mejor valor: la generosidad».

El grupo parlamentario socialista, encabezado por Javier García, aplaude a la senadora y expresidenta Concha Andreu en su último pleno como diputada regional. Sadé Visual

Se abrió entonces un periodo de incertidumbre que se prolongó durante meses. García aprovechó el verano y el otoño para reunirse con todas las agrupaciones locales socialistas y para ir recabando apoyos que acabaron siendo decisivos. A la hora de la verdad, y pese a los muchos movimientos internos que hubo, ninguno de los posibles candidatos alternativos se vio con fuerzas o con respaldos suficientes para plantear batalla en unas primarias. Por si las moscas, dos movimientos allanaron el camino de García: una carta firmada por 42 de los 47 alcaldes socialistas y un manifiesto de apoyo, suscrito por 149 afiliados históricos, entre los cuales se encontraban varios nombres relevantes. Aquella epístola revelaba un temor compartido a que una confrontación en primarias avivara las rencillas internas en un momento especialmente delicado para el partido. En lo que parecía una crítica al modelo anterior, la carta reclamaba que el PSOE volviera a ser «un partido reconocible».

El 16 de diciembre, cuando concluyó el plazo de presentación de aspirantes, Javier García Ibáñez fue proclamado de manera oficial secretario general del PSOE riojano. Se convirtió, de esta manera, en el séptimo socialista que asume la dirección del partido, después de Javier Sáenz Cosculluela (1973-1981), Ángel Martínez Sanjuán (1981-2000), Francisco Martínez-Aldama (2000-2012), César Luena (2012-2017), Francisco Ocón (2017-2021) y Concha Andreu (2021-2024). Solo dos de ellos, Sanjuán y Ocón, han conocido la felicidad y el entusiasmo de ganar unas elecciones autonómicas. Andreu lo hizo como candidata, pero no como secretaria general.

El ascenso de Javier García trajo aparejado el cierre de la era de Concha Andreu al frente del PSOE. La enóloga calagurritana, que ganó una plaza en el Senado en las elecciones generales de 2023, compatibilizó durante varios meses su escaño en la Cámara Alta con el asiento en el Parlamento regional. Finalmente, el 20 junio, Andreu se despidió del convento de la Merced y dejó el camino expedito a su sucesor. Días antes, había publicado en redes sociales una escueta carta a la militancia para comunicar su decisión: «Para mí –concluía– ha sido un orgullo ser la primera mujer presidenta de la Comunidad Autónoma de La Rioja y también la primera mujer en ser secretaria del PSOE La Rioja». Acababa de esta manera un cuatrienio tormentoso al frente del partido, que comenzó tras una crudelísima guerra intestina contra su antecesor, Francisco Ocón, y terminó con una dolorosa derrota electoral.

Sin influencia

Si el PP navegó durante 2024 con el viento a favor y el PSOE aprovechó el año para renovar sus cuadros y coger aire en la oposición, los partidos minoritarios tuvieron que asumir su escasa capacidad de influencia. En el lado izquierdo del abanico, tan dado a fugaces uniones y a brutales escisiones, IU, con dos diputados en el Parlamento, afirmó su solidez frente a Podemos, que finalizó su década prodigiosa reducido a una concejalía en el Ayuntamiento de Logroño. En la parte derecha del escenario, y pese a haberse convertido en la tercera fuerza política de la región, la mayoría absoluta del PP convirtió a Vox en irrelevante, al contrario de lo que sucede en otras comunidades autónomas. Entre las formaciones regionalistas, el PR+ trata de rentabilizar el altavoz que le supone su concejalía en Logroño mientras que Por La Rioja y Vinea subsisten bajo el radar, amparados en su implantación en algunos municipios de la región.

Con este panorama, las sesiones en el Parlamento se convirtieron, más que nunca, en una sucesión de monólogos. El Partido Popular impuso su mayoría absoluta para implantar medidas muy discutidas en el hemiciclo, pero que reflejan su modelo de región. En Educación, recuperaron el cheque de Bachillerato y anunciaron sin ambages su deseo de ir caminando hacia la concertación de este ciclo. Las objeciones de PSOE e IU, que entienden que esta medida supone una impugnación de la educación pública y un atentado contra la justicia distributiva, se dieron de bruces contra el muro de la mayoría.

Los comerciantes riojanos fueron uno de los sectores más beneficiados por las ayudas directas a los autónomos. Sonia Tercero

Una ayuda directa para los autónomos sin límite de ingresos

Tal vez la medida más sonora del Ejecutivo de Capellán ha sido la concesión de una ayuda directa a los autónomos: 2.700 euros para quienes tengan menos de 30 años o más de 60 y 2.100 para el resto. El punto más discutido ha sido su generalización: se han concedido subvenciones iguales para todos los interesados, sin tener en cuenta inversiones o niveles de renta. Solo en el caso de los autonómos societarios, cuya convocatoria se abrirá en 2025, se ha fijado un límite de 60.000 euros de base liquidable en el IRPF.

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