La defensa del acusado afirma que él creía que «la policía le vigilaba y quería matarle»
El procesado renuncia a estar presente durante el juicio hasta el próximo jueves, día en el que está previsto que declare; mientras que la familia del fallecido reclama 37 años y medio de cárcel
Primera de las cinco jornadas de juicio programadas por el juicio del atropello mortal de Haro y todas las partes personadas en la causa han expuesto este lunes sus posiciones iniciales en una vista en la que no se discuten los hechos, sino si el imputado era o no responsable de lo que hacía teniendo en cuenta que sufre una enfermedad mental. De hecho, nada más comenzar, como así lo ha aconsejado su psiquiatra, ha solicitado no estar presente en el juicio hasta el próximo jueves, día en el que esta prevista su declaración.
La defensa del procesado, un joven de Basauri de 34 años, se ha mostrado disconforme con las peticiones tanto de la Fiscalía, que reclama 25 años de internamiento psiquiátrico, como de las acusaciones particulares, que solicitan hasta 74 años de cárcel. En su caso, solicita la libertad vigilada de su cliente porque entiende que «no procede el internamiento dado que con un tratamiento adecuado sería suficiente esta medida». Además, en el supuesto de que sea condenado a internamiento, reclama que pueda ser modificada a tenor de los informes que emitan periódicamente los facultativos que le atienden.
La defensa ha puesto el foco en que el procesado está diagnosticado de esquizofrenia paranoide y el día de los hechos, el 4 de septiembre de 2023, sus padres, al ver que se encontraba en un estado alterado, le convencieron para acudir desde Leiva, donde pasaban unos días, al centro de salud de Haro para que le suministraran algún tipo de medicación que le calmara. Al acercarse al parking del centro sanitario, el procesado comenzó a hacer comentarios acerca de que la policía le estaba vigilando y quería matarle. En ese momento aceleró y se dirigió a las personas que había allí, y el padre accionó el freno de mano. Como consecuencia de aquello, falleció una persona y cinco resultaron heridas de diversa consideración.
Por su parte las acusaciones tanto de la madre como de los hermanos del fallecido, Manuel Montoya, natural de Santurde de Rioja y trabajador del centro, piden 37 años y medio de cárcel para el procesado; mientras que la pareja de la víctima mortal del atropello, que había iniciado un tratamiento de fertilidad para tener un hijo en común, reclama doce años de cárcel y cinco de libertad vigilada.
A juicio de la abogada que representa a la madre y al padre (ya fallecido) y a los hermanos de la víctima mortal, «el atropello fue un acto consciente. La maldad existe en este mundo». En su exposición inicial ha indicado que el hecho de padecer una enfermedad mental «no es por sí solo un motivo de exención».
La Fiscalía solicita la absolución del autor del atropello mortal en Haro el 4 de septiembre de 2023 al considerar la eximente completa de anomalía o alteración psíquica, aunque sí defiende que se imponga una medida de internamiento «para tratamiento médico en establecimiento adecuado al tipo de anomalía o alteración psíquica con un plazo máximo de 25 años».
La noche del 4 de septiembre de 2023, el acusado, un vecino de Basauri de 34 años, se dirigía al centro de salud con su todoterreno para recibir tratamiento, pero al entrar en el aparcamiento aceleró y atropelló a las seis personas que se encontraban reunidas allí en ese instante. El impacto provocó el fallecimiento de Manuel Montoya, natural de Santurde de Rioja y trabajador del centro, además de cinco heridos de diversa consideración, tres de ellos sanitarios.
La Fiscalía explica que el joven sufre «esquizofrenia paranoide» y que en el momento del suceso era «de tal intensidad que abolía sus capacidades de entender y obrar». Desde días después del atropello múltiple, el acusado se encuentra privado de libertad.
