Aplazan el juicio por detención ilegal contra dos policías por el infarto del marido de la denunciante
El afectado, que es agente de la Guardia Civil en reserva y está ingresado en la UCI del San Pedro, se desplomó cuando seguía el juicio con su esposa e hijo
LUIS J. RUIZ
Martes, 8 de marzo 2016, 13:45
Todo iba según lo previsto. La vista oral del proceso que se sigue contra dos agentes de la Policía Local de Logroño avanzaba a buen ritmo. Primero declararon los dos acusados -el Ministerio Fiscal solicita el sobreseimiento y la acusación particular pide para cada uno de ellos, S.M.G. y A.L.C., ocho años y dos meses de cárcel por los delitos de detención ilegal, contra la integridad moral y falta de lesiones-; después, la víctima y el hijo. En ese punto, superadas las dos horas de vista oral, el presidente de la Audiencia Provincial anunció un receso de un cuarto de hora. Eran las 12.30 horas.
Unos 15 minutos después los abogados, la víctima junto a su marido -Guardia Civil en la reserva- y su hijo, los acusados y un nutrido grupo de policías locales esperaban a que la Sala 6, la de la Audiencia, abriera sus puertas. Cerca de las escaleras la víctima hablaba, entre otras personas, con su abogado, su hijo y su marido. Durante esa conversación el agente de la Guardia Civil y marido de la víctima se llevó en varias ocasiones la mano al pecho. «Me molesta», dijo despertando la preocupación de su mujer y de su hijo antes de, él mismo, restar importancia al hecho.
Reanudada la sesión, declaró el primer testigo y cuando el Ministerio Fiscal se disponía a interrogar al segundo, en los bancos del lado derecho se oyó un grito desgarrador: «¡Papá! ¡Papá! ¡Papá!». Eran las 13.20 horas y el corpulento agente de la Guardia Civil en la reserva se derrumbaba entre las lágrimas y la angustia de sus familiares.
Rápidamente todos los miembros del público presente se acercaron hasta el agente y le tumbaron en el banco en el que estaba sentado. Le levantaron las piernas y le airearon mientras que alguno de los presentes -la mayor parte de ellos agentes de la Policía Local- pedía una ambulancia. El servicio médico con que cuenta el Tribunal Superior de Justicia de La Rioja había finalizado su jornada laboral poco antes, a las 13 horas.
Pese a esa primera atención su estado empeoró, se puso cianótico y los agentes locales -entre ellos estaba el comisario jefe, Fernando Fernández Beneite- comenzaron a practicarle un masaje cardiaco y la respiración boca a boca, maniobras que mantuvieron hasta que llegó el equipo de emergencias que necesitó utilizar el desfibrilador para reanimar el corazón del paciente. Según informaron los médicos a la familia, el paciente había sufrido dos paradas cardiacas de las que le lograron recuperar.
A la vista de los hechos, la Audiencia Provincial suspendió, sin fecha, el juicio. En caso de que no se reanude en los próximos 30 días comenzará desde el principio.
A última hora de la tarde, según pudo saber Diario LA RIOJA, permanecía sedado e inconsciente en la unidad de cuidados intensivos del Hospital San Pedro de Logroño.
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