En Camprovín, del cine ambulante al visionado con nuevas tecnologías

Con el refrendo de Inmaculada Villar, también presente, aunque ella a veces tiene sus dudas sobre «si lo que recuerdo de aquellas sesiones es porque lo viví o porque lo he oído contar en casa», la primera continúa refiriendo que «venía un señor desde Logroño, que se llamaba Jacinto. Yo me acuerdo de haber visto películas como 'Ben Hur' o 'Sisí'», aunque puntualiza que «como niñas que éramos, no podíamos ver muchas películas porque algunas eran para mayores de 14 años y allí estaba el cura, que regentaba el local, y no nos dejaba entrar».

El alcalde de la localidad, Arturo Villar, recuerda más cosas de aquellos años en los que el cine llegaba al pueblo como un modo de entretenimiento y cultura. «Jacinto venía todos los jueves del año», afirma, aunque acto seguido duda en asegurar si en invierno también lo hacía. Lo que sí que tiene bien claro en su memoria es que «los niños bajábamos a la entrada del pueblo para esperarle cuando venía con su bicicleta y cargado con todo el material, así que para subir la cuesta se tenía que bajar y subir empujándola».

Lo primero que hacía ese buen hombre encargado de llevar el llamado séptimo arte al mundo rural «era colocar unos fotogramas de la película que iba a poner, y cuando ya lo tenía todo preparado había que pagar la entrada, así que claro, los niños, en aquellos tiempos unas veces podíamos asistir o no, dependía de si nuestros padres podían darnos el dinero para la entrada», sigue desgranando recuerdos Arturo.

Ahora, tras los esfuerzos, primero de la asociación 'Virgen del Tajo', ahora de la 'Vive Camprovín' y el apoyo del Ayuntamiento, se cuenta con un local en cuyo exterior figura el rótulo 'Cine'. En él se proyectan, con métodos mucho más sofisticados que los de Jacinto, algunas películas, y el 21 de diciembre se participa en 'El día más corto', una iniciativa nacional destinada a promocionar los cortometrajes, proyectándolos.