Santiago Martín de la Torre
Pese a su utilidad, Martín reconoce que «no es una herramienta que haya penetrado lo suficiente en España, aunque sí en otros países europeos»
La financiación despierta cada vez más interés entre las pequeñas y medianas empresas que quieren crecer sin tener que recurrir a ampliaciones de capital o a créditos bancarios. Santiago Martín de la Torre, director asociado de Muzinich Private Debt –gestora especializada en la deuda privada con una fuerte presencia en el tejido empresarial europeo–, aclaró el funcionamiento de esta herramienta –la deuda privada es una forma de financiación alternativa–, en qué casos puede ser útil para una pyme y explicó por qué está ganando protagonismo en el nuevo mapa financiero. «La deuda privada no es algo que haya penetrado lo suficiente en España como sí lo ha hecho en otros países europeos y en Estados Unidos. Aquí la financiación bancaria tiene un peso muy fuerte, pero diversificar la fuente de financiación es algo positivo para el tejido empresarial», subrayó.
La empresa familiar Muzinich lleva a cabo operaciones por todo el territorio nacional, donde ha realizado ya más de 30. La firma se posiciona en un sector muy claro, centrado en compañías que generan ebidtas –indicador financiero que muestra la rentabilidad de una compañía– a partir de tres millones de euros.
Recordó que tras las crisis de 2008 y de 2012 «los bancos fueron sometidos a una regulación muy estricta y su actividad crediticia se vio mermada. Ahí surgió una oportunidad, la financiación alternativa, con soluciones a largo plazo como la deuda privada». Martín definió el término como «un préstamo a largo plazo entre una empresa y una institución» y pidió desmitificar la palabra fondo «que está muy asociada a usura y parece que quieran quedarse con tu empresa, cuando no siempre es así».
«Diversificar la fuente de financiación es algo positivo para el tejido empresarial», admite Santiago Martín
Las principales ventajas para las compañías tienen que ver con la flexibilidad y la velocidad en la que reciben el préstamo
Tras hacer un repaso de los diferentes tipos de fondos, expuso las ventajas que ofrece la deuda privada para las empresas. Las dos fundamentales: la velocidad en la que reciben el préstamo y la flexibilidad comparada con una financiación más tradicional. «En términos de flexibilidad sería como un traje hecho a medida». En su caso, dan financiaciones a muy largo plazo. Durante ese tiempo solo pagan intereses. «Esto permite a las compañías que el dinero que generan, en vez de dedicarlo a pagar el préstamo, se destine a invertir».
No obvia que esta metodología implique más riesgos; «asumo más que un banco, por lo que también pido más a la inversión». Esta herramienta ofrece aplicaciones variadas: planes de expansión, financiación de adquisiciones, internacionalización, refinanciación, distribución de dividendos... Por ello, buscan empresas generalistas «en industrias estables con unos ingresos recurrentes».