La UD Logroñés firma una mañana mágica
Los blanquirrojos golean al Aragón con sendos dobletes de Barrero y Nájera, reaparece Iñaki y reduce su desventaja con el Arenas a seis puntos
Victoria sin precedentes, el menos esta temporada, la que ha logrado la UD Logroñés en Zaragoza este domingo. El 0-4 es el resumen de ... un partido perfectamente planificado y ejecutado. Solo hay que lamentar la lesión de Álvaro Barrero tras marcar dos goles en los primeros veinte minutos. Más allá del percance, el maño marcó su doblete, la UD Logroñés no sufrió en ningún momento, Nájera pudo vivir un punto de inflexión al anotar sus dos primeros goles y, además, Iñaki Sáenz reapareció en competición después de 301 días alejado de la misma. Los Reyes Magos han vuelto a visitar a este equipo. Y por si fuera poco, reduce la diferencia con el Arenas a seis puntos. Desventaja respetable, pero menor que hace un día.
Deportivo Aragón
Calavia, Sabater, Adrián, Yus, Martijn, Aragués (Koné, 63), Vacas, Cortes (Juan, 78), Pinilla (Garrido, 71), Linares (Saidu, 63) y Mañas (Yoha, 71)
0
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4
UDL
Daza, Yasin, Monreal (Curro, 73), Eloy, Mateo, Sarriegi, Caballero (Garrido, 73), Agüero (Riki, 73), Paul López, Madrazo (Iñaki, 78) y Barrero (Nájera, 28)
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Árbitro: Ruiz Martín. Amonestó al blanquirrojo Monreal.
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Goles: 0-1, m. 8. Barrero; 0-2, m. 20. Barrero; 0-3, m. 53. Nájera; 0-4, m. 72, Nájera.
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Incidencias: Decimoctava jornada de Liga. Ciudad Deportiva del Real Zaragoza. Mañana con un fuerte viento. Aficionados riojanos en las gradas mañas.
Si a la UD Logroñés le dicen antes de comenzar su partido en Zaragoza que en su primer acercamiento marca y en el segundo repite y todo ello en los primeros veinte minutos firma con los ojos cerrados. Su trayectoria lejos de Las Gaunas no invitaba a pensar en un comienzo de partido como el vivido aun sabiendo de la irregularidad del filial maño en su casa. El fútbol es indescifrable. Hace un año, los riojanos pudieron golear en Zaragoza, pero apareció Carlos Calavia para propiciar un empate.
El campo no estaba en las mejores condiciones y el fuerte viento que soplaba condicionaba el juego, pero cuando marcas en tus dos primeros disparos a portería todo lo demás queda en un segundo plano. Y eso que el Zaragoza saltó al campo bien posicionado, al igual que su rival, pero con una mayor presencia en campo contrario. Manejaba el cuero con dos jóvenes curtidos como Vacas y Cortés, pero sin llegada. Todo lo contrario que la UDL, que en su primera incursión Mateo encontró el espacio por su carril, puso el balón raso a la media luna para que Agüero marcase los tiempos y cediera el esférico a Barrero para que marcase de disparo cruzado.
La UD Logroñés comenzaba a derribar ese muro que le priva de la rentabilidad como visitante. Le asestó un nuevo golpe, y definitivo prácticamente, cuando Pau López bajó el balón que le llegaba de su defensa junto a la media luna. Calavia fue también a pelear. Mal y a destiempo. El blanquirrojo abrió a la derecha y Barrero repitió con un disparo cruzado y a puerta vacía. 0-2 en el minuto 20. Ver para creer. Barrero se retiraba ocho minutos después lesionado y dejaba su puesto a Mario Nájera, que también tenía algo que decir, como se pudo comprobar con el paso de los minutos.
Parte del trabajo estaba hecho, pero no todo. El Zaragoza no bajó los brazos. De hecho, manejó el balón y marcó el ritmo ante un adversario que mantuvo posiciones en su campo a la espera de transitar. Apuesta que siempre tiene su riesgo. El filial llegó, aunque creó más peligro a balón parado que en movimiento. Daza sacó una mano al lejano disparo de Sabater y Mañas cabeceó desviado al saque de esquina. La renta era buena, pero un gol del Aragón le metía en el partido. La UDL hizo posible llegar con 0-2 al descanso, pero en la reanudación debía dar un paso adelante para evitar que su adversario jugase tan cerca de su área.
Partido acabado
La UD Logroñés no estaba acostumbrado a irse con semejante renta al descanso en un campo visitante. Era, por tanto, interesante ver cómo encaraba la segunda mitad. Lo interpretó a la perfección. De inicio, quiso el balón. No asumió riesgos consciente de que el reloj corría esta vez a su favor y de que el Aragón tenía que hacer el primer movimiento. Incluso sabía que los nervios podían pasar factura a los jóvenes blanquillos. Y así fue.
Pau López, que hizo mucho daño al incrustarse a la espalda de los mediocentros, robó el balón cerca de la media luna y lo cedió a Nájera, que buscó el palo izquierdo, pero no pudo superar a Calavia. La idea quedaba clara, por si existían dudas. El partido iba a ser largo, con el Aragón apelando a un ritmo alto y la UDL intentando rebajar sus expectativas. Lo logró con un mazazo que acabó por hundir a los locales. Daza puso el balón en juego y con su vuelo ganó la espalda a la zaga maña. Madrazo lo controló y lo cedió a Nájera para que marcase con Calavia superado. Y esa misma asociación apareció poco después, cuando el vasco puso el balón al primer palo y Nájera se anticipó a todos. 0-4.
El partido estaba cerrado, pero aún quedaba tiempo para que Iñaki Sáenz volviera a pisar el césped en competición oficial. Minuto 78. Suplía a Madrazo y se ajustaba el brazalete de capitán 301 días después de cederlo por obligación. Mañana sin precedentes, ensombrecida únicamente por la lesión de Álvaro Barrero. Todo lo demás fue perfecto. Desde la efectividad en las áreas, sin encajar y anotando cuatro (solo había marcado seis hasta la fecha a domicilio) hasta el doblete de Barrero y Nájera, dos jugadores cuestionados por su rendimiento en la primera vuelta.
Sergio Rodríguez: «Hemos interpretado muy bien lo trabajado durante la semana»
«Estamos contentos por el partido». Era el escueto resumen de Sergio Rodríguez, entrenador de la UD Logroñés, a pie de campo. Apenas se le podía oír por el fuerte viento que sopló durante toda la mañana. , «Estamos contentos, máxime con las condiciones de viento en las que se ha jugado el partido. Verte por delante tan pronto con dos goles te da tranquilidad», profundizada el preparador blanquirrojo. Rodríguez se congratuló de que su equipo fue capaz de trasladar a la competición lo que había ensayado en la semana previa en su ciudad deportiva. «Hemos interpretado muy bien lo que habíamos trabajado durante la semana. A ver si logramos mantener esta dinámica», concluía. Mientras el técnico hablaba, dentro del vestuario todo era alegría con un gran protagonista: IñakiSáenz. El capitán, que volvió a lucir el brazalete sobre el césped después de 301 días, fue abrazándose a sus compañeros. Entre ellos, Lupu, que entró en la citación después de dos meses lesionado, pero que no llegó a jugar, y Pablo Bobadilla, que tiene previsto reaparecer la próxima semana si el técnico lo considera oportuno. Un gran día por muchos motivos, pero sobre todo por la vuelta del calagurritano.
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