Jesús Félix Espinosa
Para este químico de profesión, resulta «un orgullo absoluto» seguir con «el legado» de Eduardo Guerra al frente de la entidad
Jesús Félix Espinosa ya es el nuevo presidente de la Sociedad Deportiva Logroñés. Este sábado fue proclamado oficialmente en el cargo y este ... domingo se estrenará en el palco de Las Gaunas en el partido contra el Ejea. Químico de profesión (de la primera promoción de esa carrera en la Universidad de La Rioja), Espinosa da un paso al frente y pasa de echar una mano en un discreto segundo plano a ponerse al frente de una Junta Directiva que crece hasta los doce componentes y que parte desde una base clara. «Somos un club humilde, pero ambicioso», recalca el sucesor de Eduardo Guerra, quien falleció hace unos meses.
- ¿Se había imaginado en algún momento como presidente de la SD Logroñés?
- Para nada. No estaba entre mis planes porque aquí hay gente preparada y muy profesional. Son personas por las que puedes poner las dos manos en el fuego. Cuando falleció Eduardo (Guerra), lo primero que les dije fue que aquel que se presentara iba a contar con mi apoyo, pero en ese momento ellos me trasladaron que querían que fuera yo el presidente.
- Y, cuando le respondieron eso, ¿cómo reaccionó?
- Les repetí que quería que fuese alguno de ellos. Sin embargo, me reiteraron su intención de continuar haciendo lo que hacían hasta entonces y, además, aparecieron muchas más personas para ponerse a nuestra disposición si seguíamos al frente del club. Y así ha surgido una directiva de doce miembros que aúna la experiencia de unos y la ilusión de gente nueva. A todos ellos hay que añadir esa otra docena de socios, más o menos, que va a colaborar con nosotros y, de esta manera, aquello que estábamos haciendo entre seis ahora lo podemos hacer mucho mejor con más gente.
- ¿Cuánto le ha costado dar ese paso al frente?
- Eduardo ha hecho un trabajo descomunal y muy trasparente. Todo lo bueno que tiene este club lo ha creado él junto a esta directiva. Para mí es un orgullo absoluto seguir ese legado porque él me ha demostrado que, además de amigo o cuñado, es alguien honesto y al que tengo que agradecer lo que ha hecho con mis hijos porque gran parte de lo que son es gracias a él. Así, no es que cueste o no cueste dar ese paso, sino que llegó un momento en el que lo tenía que dar por él y porque creo absolutamente en este club y en lo que quiero que sea en el futuro. Él nos ha dejado un legado tremendo: un club querido, saneado y con gente muy trabajadora y profesional; ahora lo que hemos de hacer es llevarlo para arriba.
- El listón está, según se desprende de sus palabras, muy alto.
- Así es. Él era una persona muy ambiciosa y esa ambición nos la ha transmitido al resto. Sabemos lo que somos, un club humilde, pero eso no quita que queramos ser ambiciosos. Vamos a aprovechar los cimientos que él y la directiva han creado para hacer una SD Logroñés más grande.
«Hemos de trasladar a la gente el mensaje de que este es un club de todos, es de la ciudad»
- ¿Van a dar un paso en la profesionalización de la estructura?
- Partiendo de nuestra filosofía, vamos a profesionalizar el club todo lo que podamos dentro de nuestras posibilidades. Tenemos una limitación económica, pero si en vez de ser los 1.300 o 1.400 socios que somos ahora fuésemos 2.500 la cosa cambiaría. Y si somos 5.000 mucho más. Pretendemos ser cada vez más grandes.
- Además de una limitación económica, hay una limitación de tiempo porque ustedes trabajan fuera de la SD Logroñés, tienen una vida personal...
- Exacto. Por eso, llegado el momento, si nos podemos permitir que haya una persona que haga todas esas funciones y le dedique ocho horas diarias al club, perfecto. No nos cerramos a eso.
- ¿Estarían, por lo tanto, dispuestos a que entrara alguien de fuera para llevar la gestión, siempre que la capacidad de decisión siga perteneciendo a los socios?
- Nosotros nos sentamos y escuchamos a cualquiera, pero siempre con esa base. Tenemos este modelo de club y, si a alguien le interesa, le escuchamos. No ha llegado ese caso porque entiendo que alguien que tiene mucho dinero quiera mandar, pero eso supone que esa persona pueda hacer lo que quiera y no solo en el día a día, sino que se podría llevar el club a otra ciudad, deshacerlo, vender activos... Eso ya lo hemos vivido en Logroño y no queremos que se repita.
«Lo importante es no depender solo de una persona. No entendemos el deporte como eso»
- ¿Cuáles son sus objetivos primordiales?
- El primero es trasladar al cuerpo técnico y los jugadores absoluta tranquilidad y confianza. Ellos ya saben que somos gente luchadora y valiente. Así queremos que sea el equipo también y, cuando logran transmitir ese espíritu, la afición lo agradece. Por otra parte, tenemos que organizar a toda esa gente que se nos ha ofrecido dentro de la estructura de la entidad. Es un reto muy bonito.
- Hablando de retos, ¿cree que hay posibilidades de que la masa social crezca?
- Sí. Creo que podemos ser, y ya somos, un proyecto muy atractivo. Somos un club que representamos a la ciudad de una forma muy positiva. A nuestra afición se le tiene cariño allá por donde ha ido y hemos llevado con responsabilidad el apellido 'Logroñés'. Hemos de trasladar a la gente ese mensaje: que este club es de todos, es de la ciudad y vamos hacia adelante.
- ¿Cree que en Logroño, con sus peculiaridades futbolísticas, puede calar ese mensaje?
- Tenemos que intentar que la gente entienda esto como algo suyo y para eso es muy importante que sienta que tiene poder de decisión. Las cosas importantes las deciden los aficionados y eso es lo que tenemos que trasladar a los demás: este es un club que puede ser tuyo. No es tanto una cuestión de dinero, sino de que la gente sienta que este es un club de la ciudad. No queremos revivir lo que vivimos con el CD Logroñés.
- Esa filosofía, ¿es algo irrenunciable?
- Nuestro modelo es el que es: el fútbol, y el deporte en general, es de sus aficionados y tiene que seguir siendo así. A partir de ahí, tienes ejemplos de clubes que son sociedades anónimas deportivas pero que siguen siendo de sus seguidores, como el Eibar o la propia Real Sociedad; en esas entidades deciden sus socios.
«Vamos a aprovechar los cimientos que ya existen para hacer un club más grande»
- ¿Esa es su línea roja, que las decisiones pertenezcan a los socios?
- Lo importante aquí es no depender de una persona, ya sea un jeque árabe, un mexicano, un banco, un fondo o un grupo de representantes. No entendemos el deporte como eso. ¿Por qué no se puede echar a Peter Lim si los aficionados del Valencia piensan que lo está haciendo mal? Aquí, cuando los aficionados piensen que lo estoy haciendo mal, al día siguiente me echarán y entrará otro.
- Deportivamente hablando, ¿qué metas se marca, tanto para este curso como para los siguientes?
- No nos ponemos ningún techo. Estamos muy contentos tanto con la plantilla de este año como con el cuerpo técnico y la dirección deportiva. Tenemos buenos jugadores, pero también muy comprometidos. De esta manera llegaremos donde se pueda, pero sin ningún tipo de techo ni para esta temporada ni para la próxima ni para las siguientes. Aquí lo más importante es hacer las cosas bien, que el club sea viable a lo largo de los años y vaya enganchando a cuanta más gente mejor
- ¿Qué relación quiere tener con la UD Logroñés y con Félix Revuelta?
- Una relación de total cordialidad, como hasta ahora. Con Félix no he coincidido tanto, pero con Juanjo Guerreros o con Eduardo Valdovinos sí y no tenemos ningún problema. Tenemos una relación sana.
- ¿Cree inevitable que, con esta nueva etapa, surjan de nuevo las voces que pidan la unión de los dos equipos?
- Todos queremos un solo Logroñés. En su día, se nos presentó una propuesta que suponía la desaparición automática de la Sociedad Deportiva Logroñés y nuestros socios votaron que no. Son dos modelos antagónicos, pero a partir de ahí, sabiendo cuáles son nuestras líneas rojas y nuestra filosofía, se puede explorar todo lo explorable. Aquí hubo gente que en su día hizo lo posible por intentarlo, pero no pudo ser.
- ¿Qué le pide a las instituciones?
- No somos un club que dependa mucho de las instituciones, proporcionalmente hablando. Llevamos con mucho orgullo el nombre de Logroño y La Rioja y también traemos a gente a la ciudad. Con las instituciones estoy contento y con lo que tengamos llegaremos hasta donde podamos.
- ¿Va a poder contener sus emociones en el palco?
- Hay que tener en cuenta que paso de la megafonía al palco. Me va a costar no cantar los goles, pero creo que lo que más voy a echar de menos es vivir los partidos con la afición, sobre todo los de fuera, porque me lo pasaba muy bien.
- Cuando se acabe su etapa como presidente, ¿qué SD Logroñés le gustaría dejar?
- Me gustaría dejar un club con mucha más afición, con gente que lo sienta como propio; un club humilde, pero ambicioso al mismo tiempo. Que seamos un equipo que nunca baja los brazos porque esta afición es así. Así me gustaría que fuese el club. Y creo que lo vamos a lograr.
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