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El Anguiano consiguió el pasado 23 de junio hacer posible lo imposible con el primer ascenso a Segunda Federación de su historia. Aquel día, ... Isla se catapultó a una categoría insospechada, que asustaba e ilusionaba a partes iguales por el tamaño de sus contrincantes y la infraestructura que los respaldaba. Mientras tanto, el conjunto serrano analizaba sus opciones con un modesto presupuesto y con una plantilla de jugadores no profesionales que aspiraban a dar la sorpresa. Diez meses después de ese imborrable momento, y pese a que el sueño tan solo haya durado una temporada, la sensación es que el equipo ha cumplido con su propósito para morir con las botas puestas en la última jornada.
El descenso a Tercera no ha ensombrecido en absoluto el hito vivido esta campaña en el cuarto escalón del fútbol nacional ya que, en palabras de su presidente, José Miguel Neila, «hemos disfrutado muchísimo de la categoría, hemos competido en absolutamente todos los partidos y hemos conseguido mantener viva la ilusión de la permanencia hasta el último día».
Su equipo llegó a plantar cara a rivales de la talla de la UD Logroñés, la SD Logroñés, el Utebo o, incluso, a un Arenas de Getxo que jugará la próxima temporada en Primera Federación. Nada mal para ser considerado, en un inicio, como «la cenicienta del grupo», admite Neila. «Estaba claro al principio que si había un equipo que iba a marcar el descenso ese era el Anguiano, pero conseguimos hacer una plantilla competitiva que ha rendido por encima de las expectativas que teníamos puestas sobre ella», añade el dirigente.
Los engranajes encajaron a la perfección durante un brillante primer tramo en el que consiguieron alejarse de los puestos de descenso hasta por siete puntos. Pero el invierno enfrió el ritmo del equipo, con la salida de Imanol Barace como punto de inflexión. «Nos ha faltado ese pequeño empujón en forma de goles, o de calidad, que nos daba Barace», admite el presidente. No dieron con el jugador clave que pudiera ocupar su lugar –pese a los tres refuerzos del mercado invernal–, viendo reducidas sus estadísticas en el tramo final de la temporada.
Se logró mantener el pulso hasta la última jornada, pero las cuentas no salieron al perder contra el Tudelano a domicilio para volver a Tercera casi un año después de su partida. Ahora, toca sentarse en la mesa de cara a confeccionar un proyecto lo suficientemente atractivo para poder seguir el ritmo del Calahorra, el que para Neila, será el mayor rival de su equipo durante la próxima campaña. «Intentaremos pelearnos la plaza de ascenso con ellos, aunque hay que ser realistas ya que puede que tengan un presupuesto superior al de toda la categoría junta», asegura.
La entidad serrana, con la familia Neila en la dirección, no se plantea dar un giro a su vestuario para volver a Segunda Federación sino más bien todo lo contrario. «Todavía estamos aterrizando, pero la idea que tenemos es internar dar la máxima continuidad al proyecto de ahora para seguir con la buena línea conseguida en los últimos dos años», explica el presidente.
Y ese hilo conductor pasa por «seguir siendo un club familiar, en el que los jugadores hacen un muy buen grupo al mando de Héctor». La renovación del entrenador aún está en el aire aunque dentro de la entidad serrana comentan para finalizar que «nos gustaría que continuase, aunque todavía no nos hemos sentado con nadie».
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