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La Planilla recibe al Calahorra en el penúltimo partido de la fase de ascenso de 2001 ante el Poli Ejido. R.Z.

Veinte años desde el primer sueño con la división de plata

El Calahorra se quedó en 2001 a las puertas del ascenso a Segunda en un histórico y recordado 'play off', el único hasta ahora, que finalizó con polémica en El Ejido

S. MARTÍNEZ

logroño.

Viernes, 14 de mayo 2021, 02:00

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No vive el Calahorra este fin de semana una situación nueva, aunque sí que gratamente atípica, ya que el precedente es único y muy especial. En el año 2001, el club riojabajeño alcanzó su mayor momento de gloria hasta ahora, en una temporada que sorprendió dentro y fuera de Calahorra y que hasta hoy ha sido siempre lo más recordado entre los seguidores rojillos, algo que parecía irrepetible. Por fortuna, sí que vuelve a vivirse, precisamente veinte años después de que el Calahorra jugase su primer 'play off' a Segunda División y que rozase el ascenso al fútbol profesional.

Aquella temporada 2000/01 era casualmente la tercera consecutiva del Calahorra en Segunda B, lo mismo que ocurre ahora. Era el equipo dirigido por el navarro Emilio Remírez, un bloque modesto, que no aspiraba a cotas tan altas, pero cuyos jugadores se ganaron una merecida fama, y que aparecen desde entonces en la memoria colectiva de cualquier seguidor rojillo: Txiki, Ochoa, Carlos Cuéllar, Beramendi, Ipintza, Costanilla, Durán, Jorge Sola...

Tercero en la Liga, por detrás del Burgos (su rival en este 'play off') y de la Cultural Leonesa, empezó a soñar el Calahorra con la división de plata en una liguilla de ascenso que le emparejó con el Espanyol B, el Atlético de Madrid B y el Polideportivo Ejido. Tres victorias de cuatro ante los filiales le abrieron las puertas del ascenso, pero primero una derrota en La Planilla y después el empate en El Ejido le bajaron de la nube. Aquel partido en tierras andaluzas es tristemente recordado por la polémica, con gol anulado y penalti no señalado a los rojillos, que avivó la desilusión. Fue el Poli Ejido el que ascendió por su mejor 'goal average' particular.

Uno de los integrantes de aquella histórica plantilla fue Miguel Martínez de Corta, portero riojano que actualmente milita en el Ejea, y que con 19 años vivió la primera de sus fases de ascenso como guardameta suplente del Calahorra, aunque llegó a jugar 14 partidos durante la Liga. «Fue un año muy bonito, que recuerdo con cariño, aunque con el sabor amargo de que no acabase bien y del último partido, que fue un poco extraño», relata Miguel Martínez de Corta, que recuerda las circunstancias de su llegada a La Planilla: «Justo salí de juveniles y llegué cedido por el Barça, donde estaban Reina y Víctor Valdés y no tenía mucho sitio. Fue una gran decisión ir al Calahorra».

«Aquel Calahorra era un equipo súper humilde, entrenábamos tres días a la semana y a última hora de la tarde»

Miguel Martínez de Corta. Portero

El portero riojano describe a aquel Calahorra como «un equipo súper humilde, entrenábamos tres días y a última hora de la tarde cuando se salía de trabajar. Lo recuerdo con un cariño brutal», señalando que «se consiguió hacer un gran grupo y el hecho de empezar bien la temporada ayudó a dar el cien por cien y a conseguir llegar al 'play off». «Nadie entonces podía imaginarse al Calahorra en el fútbol profesional y lo tuvimos a punto de caramelo», resalta.

Pasaron los años y Miguel Martínez de Corta regresó a La Rioja con la UD Logroñés, con el que se enfrentó al nuevo Calahorra, al igual que hizo en la actual temporada con el Ejea. «En este 'play off' muchos pueden creer que el Calahorra es una perita dulce, pero es un equipo muy duro de batir», señala el guardameta, que opina que de cara al partido del Burgos «deben mantener aquello que les ha llevado hasta aquí, ser un equipo muy bien armado defensivamente y aprovechar esas ocasiones que tienen en todos los partidos».

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