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El autor del vídeo y dos amigos recuerdan el histórico ascenso.
CD Logroñés

Un chute de nostalgia

Juan Carlos Marín, autor del vídeo en Toledo, recuerda cómo fue la grabación de aquel día histórico para el Logroñés

Pío García

Lunes, 8 de diciembre 2014, 17:49

El vídeo de la celebración del segundo ascenso del CD Logroñés a Primera División, que tanto éxito está teniendo en las redes sociales, ha dejado de ser anónimo. El llamamiento de larioja.com surtió efecto y ya conocemos a su autor: Juan Carlos Marín. Con él y con sus amigos Manuel Martínez y José Luis Unanue, habituales del viejo Las Gaunas, hemos repasado aquella histórica grabación.

El 19 de mayo de 1996, Juan Carlos y José Luis estuvieron, con otros tres mil aficionados blanquirrojos, en Toledo. Manuel, su habitual compañero de grada, no pudo viajar aquel día: tenía una comunión en Miranda de Ebro. Vaya puntería, sí Pero era mi única sobrina y ni quería ni podía faltar, resuelve. En Miranda, de hito en hito, también fueron siguiendo el partido. Menudo silencio se hizo cuando empató el Toledo, apunta.

Juan Carlos cogió su cámara de vídeo, marca Sony, con una pequeña cinta, y marchó a la capital castellano-manchega con la idea de grabar un momento irrepetible. El reportaje colgado ahora en internet es una edición de aquella jornada, resumida en poco más de veinte minutos. Aparece gente desfilando por las calles, botando en la plaza de Zocodover, cantando himnos. El año que viene, Valencia-Logroñés, se oye repetir obsesivamente.

"Parece Logroño y no Toledo"

Con ellos hemos visto la cinta en la redacción. Qué barbaridad, la de gente que había allí. Parece Logroño y no Toledo, dice Juan Carlos. El equipo imperial todavía mantenía alguna (lejana) posibilidad de jugar la promoción de ascenso, pero los toledanos parecían haber desertado ante aquella inopinada invasión riojana. Recuerdo que había turistas japoneses que estaban asombrados y se ponían a hacernos fotos, sonríe José Luis. Uno puede imaginarse la sorpresa de los visitantes asiáticos, generalmente pacíficos, reverenciosos y silentes, al encontrar por las estrechas calles toledanas un multitudinario desfile de tipos medio locos con bufandas y gorros blanquirrojos botando al son que marcaba un hombretón de casi dos metros con un megáfono. ¡Yo creo que en estos 18 años lo único que no ha cambiado es el megáfono de Makoki!, tercia Manuel. Y qué bien casaba el pasodoble de Paquito el Chocolatero con el grito de Logroñés, Logroñés, ponderan los tres.

La cinta se recrea en el ambiente callejero, pero apenas se asoma por El Salto del Caballo. Menudos nervios. ¡Estaba yo como para grabar!, exclama Juan Carlos. En el calentamiento, sobre el césped, aparecen Dejan Markovic y Roberto Matute saludando a la grada y luego una explosión de júbilo final. ¿Y en medio? En medio hubo un partido difícil, que empezó muy bien, con el gol de Manel, pero que acabó torciéndose, se volvió angustioso y pudo terminar en depresión colectiva. ¡Qué mal lo pasamos!, suspira José Luis.

El gol de Simeón, en el minuto 77, arregló el entuerto. Ese gol nos pilló desprevenidos. Parecía una jugada sin mayor peligro, pero el portero y el defensa se liaron y el balón le cayó a Simeón, que estaba bastante lejos y aun así tiró a puerta, recuerda Juan Carlos. Entró. Y el Logroñés le ganó por la mano al Mallorca (con el que quedó empatado a puntos) y ascendió directamente a Primera División. Luego los tres amigos estuvieron (como otros miles y miles de aficionados riojanos) recibiendo al equipo en la plaza del Ayuntamiento. Ese ascenso se vivió incluso con mayor intensidad que el anterior, concuerdan. Tal vez porque acabábamos de bajar o porque no nos esperábamos regresar tan pronto Pero hubo más gente y más ganas de celebrarlo.

Sobre lo que vino después Mejor olvidarlo. Los tres amigos se despiden haciendo votos por poder, algún día, vivir algo parecido. Aunque sea dentro de otros 18 años. Y si puede ser antes mucho mejor, sentencian.

Amén.

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