Barbra Banda, de su exitoso pasado en Logroño a las dudas sobre su género

Banda llegó a Logroño con solo 18 años y con un pasado llamativo. En su país, había recibido formación militar al tiempo que combinaba el fútbol con su otra gran pasión, el boxeo. Ya por aquel entonces, su físico generaba dudas entre los rivales y, antes de fichar por el EDF, incluso la selección de Zimbaue ya había pedido que se le realizara una prueba genética para determinar su sexo. Aquello quedó en nada y en Logroño pudo sacar a relucir todo su potencial, convirtiéndose, junto a Jade Boho, en la referencia atacante de las logroñesas. Siete goles en la primera temporada y nueve en la segunda antes de que en enero de 2020 el fútbol chino llamara a su puerta. Pagaron por su traspaso y Banda puso rumbo al país asiático.

En Shangai siguió brillando y también lo hizo en los Juegos Olímpicos de Tokio. Zambia quedó eliminada en la fase de grupos, con resultados en algunos casos escandalosos (3-10 ante Holanda), pero Banda anotó seis goles en los tres partidos que jugó. La delantera volvió a llamar la atención y en 2022 el Real Madrid estuvo a punto de ficharla.

Sin embargo, las dudas sobre su género reaparecieron entonces, ya que ese mismo año fue expulsada de la Copa de África «por razones médicas». Había dado unos altos niveles de testosterona y se despidió del torneo.

Al Mundial, sin embargo, sí que ha podido acudir con un combinado al que le acompaña también el escándalo por las denuncias presentadas contra su seleccionador por presunto abuso sexual. Además, en el primer partido Zambia cayó goleada ante Japón (5-0). No es el mejor ambiente para afrontar un Mundial, pero España no puede fiarse de una Barbra Banda que ya mostró en Logroño su potencial.