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'Sold out' de sillas plegables para el Holika
Los miles de jóvenes del festival Holika se han dejado notar esta mañana en las calles de la ciudad y especialmente, en el mercadillo de los jueves, donde se han agotado los asientos portátiles
¿Cuál es el 'imprescindible' de un 'holiker' a parte de las trenzas, la nevera y el móvil? Sin duda, lo que no puede faltar es la silla plegable. Un asiento en el que sentarse para jugar a las cartas, descansar entre concierto y concierto o comentar los mejores 'hits' de la noche anterior. Hacerse con una de ellas era esta mañana uno de los primeros objetivos de los numerosos jóvenes en su primera salida por las calles de la ciudad, después de la fiesta de bienvenida de anoche. En el camino de salida del recinto del festival se topaban con el tradicional mercadillo que Calahorra celebra cada jueves. Y otro año más, los vendedores de sillas plegables se han quedado sin existencias, a pesar de haber aumentado sus previsiones. «He traído cien y las he vendido todas», decía a media mañana Jesús Jiménez, en uno de los puestos de la calle Mártires. Aun así los jóvenes se paraban en el puesto y le «seguían preguntando». A pocos metros, otro grupo de chicas de Vitoria se hacía con las últimas sillas del puesto de al lado. «En casa no teníamos ninguna para traer y hemos ha venido a comprar, porque no es plan de estar todo el rato sentadas en el suelo», explicaba Irune Hernández.
El ir y venir de los 'holikers' en busca de un supermercado en el que comprar algo de comida o una terraza para desayunar se ha dejado notar en el mercadillo, así como en los bares del Mercadal, la calle Grande, Raso, Mediavilla… «Justo que nos hemos cambiado, nos hemos lavado la cara y hemos salido para comprar comida», decía Irune. «El festival da mucha vida y ayuda a la economía», afirmaba tras el paso de los chavales por su puesto Jesús.
