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Un siglo y un monumento de arte y oficio
La Escuela Superior de Diseño de La Rioja (Esdir) expone hasta el 2 de noviembre 'Cien', una muestra a la altura del edificio al que homenajea en su centenario, el de la propia escuela
El próximo 14 de octubre se cumplirán cien años de la inauguración del edificio que hoy alberga la Escuela Superior de Diseño de La Rioja (Esdir), acto que entonces presidió el rey Alfonso XIII. La celebración de este redondo aniversario ha tenido su arranque este viernes con la apertura de la exposición 'Cien', un homenaje y un recorrido histórico y arquitectónico por este edificio, uno de los más bonitos de la ciudad de Logroño, que ha sobrevivido a los vaivenes del tiempo y de la moda gracias a la calidad del proyecto, a sus nobles materiales y a la diestra ejecución de los artesanos que lo llevaron a cabo.
A través de ingente documentación, material gráfico y audiovisual, y de una acertadísima puesta en escena, la muestra relata los pormenores de la construcción de esta edificación, la relevancia de sus sucesivas reformas, los usos que ha tenido y el paso de alumnos, profesores e invitados a lo largo del tiempo.
Algunos de estos últimos han participado en la inauguración de 'Cien', así como varios exdirectores de la escuela e incluso los descendientes de Constantino y Pedro Bergasa, constructores del inmueble. También hubo alumnos, personal de administración y servicios, autoridades –encabezadas por el Consejero de Educación, Formación y Empleo, Alberto Galiana– y numerosos ciudadanos que hoy son historia viva de esta escuela.
La muestra relata la construcción, reformas, usos y actividad en el inmueble centenario de Rubio y Mosteiro
No hubo banquete, como el que hace un siglo se sirvió a Alfonso XIII en el salón de actos, adornado para la ocasión con copias de cuadros del Prado y una colección de muebles antiguos, pero sí unas cálidas palabras de la anfitriona y directora de la Esdir, Mónica Yoldi. El suyo ha sido un discurso plagado de agradecimientos, sobre todo hacia las principales artífices de la exposición: Susana Baldor (su comisaria), Inmaculada Cerrillo (profesora de Historia del Arte) y Esther de Corta (documentalista).
El recorrido por 'Cien' se inicia ante los retratos de dos insignes riojanos, Páxedes Mateo-Sagasta y Amós Salvador Rodrigáñez, cuya intervención ante el Ministerio de Fomento fue fundamental para la construcción del edificio que nos ocupa. Los antecedentes de la escuela como centro formativo y su construcción a lo largo de once años (la primera piedra se colocó el día de San Mateo de 1914) conforme al proyecto de los arquitectos Antonio Rubio y Luis Mosteiro nos introducen en la muestra y nos regalan una de sus joyas, la copia de los planos originales del inmueble, custodiados en la Universidad de Alcalá de Henares.
A continuación, el visitante se topa con la vistosa fachada del edificio de piedra caliza, ladrillo rojo y cerámica vidriada en sus más diversos momentos, perspectivas (algunas difundidas en tarjetas postales) y escenas, como la que recoge la visita del presidente de la II República, Niceto Alcalá Zamora, junto al entonces alcalde Basilio Gurrea. El rey Alfonso XIII les toma el testigo en el siguiente apartado, el de la inauguración de la escuela, que nos muestra al soberano en estampas fotográficas y en un vídeo de la época.
Otros protagonistas de esta historia sobre el edificio de la Esdir son los catorce directores que han desfilado por el centro, desde Luis Barrón –sin estar siquiera ideado el edificio– hasta Mónica Yoldi. O los arquitectos responsables de sus sucesivas reformas. Sus retratos, más actuales, aportan color a una galería fotográfica dominada por el blanco y negro.
Al material gráfico, bibliográfico y documental de la exposición se suman distintos elementos y mobiliario de la Esdir, como tejas, ladrillos y azulejos empleados en sus reformas, o antiquísimos taburetes de madera aún en uso. También reúne piezas artísticas, como una escayola de Giuliano de Medici procedente de la Gipsoteca, colección que goza de un apartado propio en esta muestra. Sus más de cien estatuas y relieves llegaron a la escuela en los años sesenta con carácter provisional, pero acabaron quedándose.
Escuela, cárcel y hospital
'Cien' dedica sus últimos capítulos a los usos de un edificio que nació con 300 alumnos como Escuela de Artes Industriales y Artes y Oficios en el curso 1928-29 (tres años después de su inauguración) y que durante la Guerra Civil mudó en cárcel y hospital para, a finales de los años 50, reactivar su actividad docente.
La visita se cierra con un guiño a uno de los elementos más populares del edificio, los bolardos que se levantan frente a su fachada principal y a los que se han encaramado no pocas generaciones de niños logroñeses como si de un juego de escalada se tratara. Se trata de un proyecto artístico-documental firmado por el estudiante de la Esdir Alberto Ruiz de Mendoza.
Es uno de los casi 500 alumnos que hoy en día cursan estudios superiores de Grado en Diseño, además de tres Másteres oficiales, en un magnífico edificio centenario.