'Claveles' de nostalgia y esperanza

«Lisboa. Creo que es el momento de mi vida más efervescente. Cuarenta años de dictadura estallando en miles de claveles. No teníamos ni veinte años. Pero estuvimos. Lo vimos. Supimos que era posible. Yo creo que aquello marcó nuestras vidas». Javier y Violeta estuvieron en la capital portuguesa durante la revolución del 74 y ahora, medio siglo después de aquel 25 de abril, vuelven a encontrarse entre la nostalgia y la esperanza.

Silvia Marsó y Abel Folk protagonizan 'Claveles', obra de la escritora barcelonesa Emma Riverola dirigida por el propio Folk. Fue estrenada hace un año en el cincuentenario histórico y este sábado llega al Teatro Bretón (a las 20.00 horas), coproducida por la propia actriz, que regresa a Logroño un año después de 'La importancia de llamarse Ernesto'.

«Quería encontrar un momento fundacional que el paso del tiempo no hubiera maltratado». Así explica Riverola por qué eligió la Revolución de los Claveles como contexto para el drama. La función propicia «una discusión política, un diálogo entre dos personajes con una perspectiva progresista, con cierta edad y recorrido, que hubieran vivido la Transición española, las ilusiones y las decepciones».

El resultado son esta Violeta y este Javier, viejos amigos de universidad que, tras años de silencio y rencores, se reencuentran al morir Ramón, tercero del triángulo y esposo de Violeta. Son gente que ha triunfado aparentemente, pero también guardan las cicatrices de algunos fracasos.

A pesar del ramo de claveles, la cosa empieza mal: «Él llega dispuesto a revelar lo callado, lo que no imagina es todo lo que ella oculta. El pasado se despliega: las traiciones y los amores, las ambiciones políticas y las utopías perdidas. El ayer y el presente se entremezcla, también lo personal y lo político».

Los personajes llevan al espectador a revivir su memoria, el tiempo de los ideales y de las ansias de libertad, del amor juvenil, del dolor acumulado, del silencio y el olvido. También se van incorporando y entremezclando otros temas, como el machismo y los abusos sexuales. «'Claveles' –afirma Folk– quiere ser un ejemplo de teatro en estado puro, teatro de palabra y a través de la palabra, teatro de ideas y de emociones».

Si su Javier es quien representa la nostalgia, la esperanza la aporta Violeta, verdadera protagonista de este duelo. «La llaman 'la filósofa de la reparación'», explica Marsó:«Crea conciencia a través de sus libros. Es una mujer muy respetada y valorada en el mundo intelectual por cómo desvela las verdades y grietas del sistema, de una forma muy lúcida y clara. Ella ejemplifica que no todo es blanco o negro. Hay toda una gama de grises detrás de las grandes palabras de los políticos». Y están también el color de las violetas y el rojo de los claveles.

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