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La actriz Concha Velasco. Efe
Concha Velasco blinda su palmarés con el Max de Honor

Concha Velasco blinda su palmarés con el Max de Honor

Pionera del teatro musical, se premia su «vasta trayectoria como intérprete» y «su lucha por los derechos de la mujer»

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Jueves, 11 de abril 2019, 19:05

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Concha Velasco, gran dama de la interpretación, blinda su brillantísimo palmarés con el Premio Max de Honor 2019, que le concedieron este jueves los compañeros de la profesión a la que la gran actriz ha entregado su vida. Recibe por unanimidad este galardón otorgado «por ser una figura clave en la historia de las Artes Escénicas». El comité que la premió resaltó también «su vasta trayectoria como intérprete» y definió a la polivalente actriz «como figura pionera del teatro musical español». Quiso también poner el valor «su compromiso con la figura femenina» y su lucha «por los derechos de la mujer».

Recibe Velasco el premio «ilusionada y con un enorme respeto por lo que significa». «Ya tengo un Max a la mejor productora y he sido finalista en varias ocasiones, de modo que ganar el de Honor es importantísimo», ha dicho la actriz que ya contaba con el Max al mejor espectáculo musical otorgado en 2002 por 'Hello Dolly!'. Se confesó además «encantada» por recibir el premio en Valladolid, su ciudad natal, que ya le concedió la Medalla de Oro y donde tiene una calle con su nombre. Sobre las tablas del legendario Teatro Calderón -«un escenario que me ha dado mucho»- recibirá el Max honorifico el próximo 20 de mayo, en la ceremonia de entrega de la XXII edición de los Premios Max de las Artes Escénicas que organiza la Fundación SGAE con del Ayuntamiento de Valladolid y la Junta de Castilla y León.

Polivalente

Actriz de teatro y cine, cantante, bailarina y presentadora de televisión, Concepción Velasco Varona (1939) ha participado en más de 80 películas y en una treintena de obras teatrales, convirtiéndose en una de las actrices más respetadas y queridas. Su amplio registro la convirtió en una figura versátil e icónica en las tablas, la gran pantalla y la tele. Pionera de un género innovador en España, su trabajo en el teatro musical catapultó una carrera ya meteórica con musicales como 'Mamá, quiero ser artista ' (1986) o 'Carmen, Carmen'(1988) .

Había pisado el escenario por primera vez a los 10 años. Formada en baile español y danza clásica, trabajó en el ballet de la Compañía Nacional de Ópera y en la compañía de flamenco de Manolo Caracol. Ya en 1985 se incorporó a 'La comedia musical española', programa que recuperaba el género de la revista amadrinado por Celia Gámez. Continuó su carrera en la pequeña pantalla, presentando y participando en programas musicales como 'Viva el espectáculo', en el que además de actuar fue altavoz para los autores de su época.

«El teatro es mi pasión y también el espectador. Subirme al escenario me permite abstenerme de cuánto me rodea y entregarme al personaje que estoy haciendo en ese momento. Estoy muy agradecida al espectador por su cariño. ¡Le debo tanto!», confiesa.

En teatro, también destacan sus interpretaciones en 'La truhana' (1992) y 'Las manzanas del viernes' (1999). Como empresaria, cosechó un gran éxito con la adaptación del musical de Broadway 'Hello, Dolly!', que ella misma protagonizó. Recientemente ha trabajado en 'Hécuba' (2013), en 'La Reina Juana' (2014) y 'El funeral', espectáculo con el que actualmente se encuentra de gira.

Comprometida

La pucelana supo aprovechar su posición para denunciar la situación de la mujer y clamar por su avance en la sociedad española. Fue entonces cuando su rostro se ligó a personajes reivindicativos que luchaban por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres. Trabajos como 'Los derechos de la mujer' (1962), 'The boyfriend' (1962), 'Las que tienen que servir' (1962), 'Filomena Marturano' (1979) o 'Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?' (1981), en los que enarboló la bandera feminista primero en blanco y negro y luego en color.

Referente para una generación, empleó su popularidad para servir de altavoz en la lucha de derechos de los creadores, para apadrinar a nuevos autores y comprometerse con movimientos políticos. «A mi lado han estado compañeros como José Sacristán y Tony Leblanc. Somos el referente de una época y nuestra carrera siempre ha estado unida a la historia de España, como la huelga de actores de 10 días en 1975 con la que conseguimos que se parara el país. Los derechos que tenemos hoy los artistas, los conseguimos nosotros entonces», recuerda.

«He sido pionera, es cierto, pero sobre todo tengo presente. No miro hacia atrás nunca, ni me resigno con lo que he sido. El pasado es pasado, pero yo soy presente», concluye.

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