Nuevos nichos de mercado

En la clase de 2º de Bachillerato del IES Escultor Daniel de Logroño que atiende el profesor Ignacio Elío las ideas bullen como en una olla. Hay ingenio y también práctica, además de trabajo en equipo. Gracias a eso tres grupos de chicos y chicas de 16 y 17 años han presentado tres proyectos a la iniciativa Start Innova. «Es mucho más agradable dar clase práctica que teórica, los alumnos van guiando su propio trabajo y el profesor ve avanzar día a día porque se establecen metas propias», valora el profesor.

«Los proyectos son muy buenos y han salido como querían los propios alumnos, se pueden llevar a la práctica y podrían ser viables y rentables», opina Ignacio Elío. Por ejemplo, del restaurante para todo tipo de comensales opina que «permite que, cuando en una cuadrilla una persona tenga algún tipo de problema, pueda elegir este sitio en lugar de otro para no perjudicar a nadie». En cuanto al centro deportivo personalizado para el usuario, entiende que «siempre funciona, y más ahora que la gente tiende a cuidarse más». Menos común es el criadero de ranas, que sorprende pero, al conocer su razón de ser, resulta menos extravagante. «Creo que funcionaría. También se da la cría del caracol y esto podría funcionar igual», confía el profesor.

Incluso hubo otro grupo de alumnos, formado por Daniel Anguiano, Jorge Aguirre, Helena Alcalde y Daniel Balmaseda, que trabajaron en otra idea de proyecto muy cotidiana y sencilla pero no dada aún en Logroño: un estanco en el barrio de Yagüe. Todos los proyectos del IES Escultor Daniel cuentan con la innovación como punto de partida y se basan en un modelo de negocio viable, que podría entrar en funcionamiento en cualquier momento.

En lo que respecta al colegio Menesiano de Santo Domingo de la Calzada, para el tutor del grupo, José María Fernández, «el concurso ha aportado una valoración más realista de lo que es un proyecto empresarial. Muchos de los alumnos creían que era algo que se podía hacer con muchísimo menos esfuerzo y creo que, a partir de ahora, valorarán mucho mejor a aquellas personas que se arriesgan en un proyecto empresarial». Como consecuencias positivas de la iniciativa resalta que «les ha obligado a trabajar en equipo, algo a lo que no están muy acostumbrados; a debatir y valorar las opiniones de los otros» y, por otra parte, subraya lo «novedoso» del proyecto propuesto por sus alumnos.