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Puente de Briñas, que este martes ha sufrido un desprendimiento. María Caro

El puente de Briñas sufre el derrumbe total de uno de sus tajamares sobre el río Ebro

Un vecino que paseaba por la zona avisó de la caída tras escuchar un fuerte ruido pasadas las 14.00 horas

Martes, 4 de febrero 2025, 15:17

El puente de Briñas, en Haro, sufrió este martes el derrumbe de un tajamar, uno de los espolones del puente donde rompe la corriente de las aguas para protección de los pilares. Pasadas las 14.00 horas fue un paseante quien alertó a Policía Local de Haro al escuchar un fuerte ruido. A su llegada, procedieron a precintar el acceso a su calzada desde ambos márgenes, ya que uno de los apartaderos desapareció bajo las aguas.

Inicialmente se descartó la posibilidad del impacto de algún vehículo, y se asoció a un deterioro progresivo.

Así lo consideró la alcaldesa de Haro, Guadalupe Fernández, quien confirmó el corte del paso de forma total. «De momento, vamos a restringir el paso, tanto rodado como a pie, porque supone un peligro», explicó.

María Caro
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A partir de ahora, según indicó, serán los técnicos los que evalúen la situación del puente, una joya arquitectónica cuyos restos más antiguos se fechan en el siglo XIII. Para ello, el Ayuntamiento de Haro se puso en contacto con el Gobierno regional «y durante los próximos días se dará a conocer el calado del desprendimiento y las medidas a adoptar», según informaron.

Un puente del siglo XIII

El puente de Briñas, situado a dos kilómetros del núcleo urbano jarrero, es una obra civil que sirvió de paso sobre el Ebro al antiguo camino de Haro a Vitoria, aunque también fue utilizado por diversas vías secundarias que, procedentes del norte, enlazaban con el Camino de Santiago.

Se trata de un puente de piedra de sillería, cuyos antecedentes se remontan al siglo XIII y con documentación de los siglos XIV, XVI, XVII y XVIII (conserva la más antigua inscripción de autoría conocida referida a la fecha de reparación del puente en 1643 por el maestro Pedro de Urquiola).

Tiene una longitud de tablero de 150 metros y una anchura de 4,60 metros, consta de siete bóvedas de luces y tipología distinta y seis tajamares con sus correspondientes espolones.

Cuando en el año 1950 se construyó un nuevo paso en el Ebro, el puente de Briñas quedó en desuso y la última restauración se produjo en 2008.

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