«He pasado ya dos crisis y creo que esta va a ser la más dura»
El dueño del veterano y emblemático bar, Rafael Villanueva, augura hasta un 45% de cierres en la hostelería jarrera, pero cree que resurgirá
La cafetería Virginia de la plaza de la Paz es una de las más veteranas, ya que lleva más de cincuenta años atendiendo a los ... jarreros y esta es la tercera crisis que desafía.Lo montó el padre de Rafael Villanueva Alonso en el año 1964. Entonces era un bar en el que se echaba la partida de cartas y se jugaba al parchís, donde se servían banderillas y pinchos pequeños. Era lo habitual de la época. Siete años después, su hermano y él se hicieron cargo del local, en el que posteriormente se llevó a cabo una reforma, que es como está ahora, como lleva 44 años: en estilo inglés, rojo y negro. Y la especialidad, el café irlandés.
-¿Cómo ha evolucionado el servicio desde entonces?
-Al principio era el típico bar de antes, como El Sol, por ejemplo. Partida y copa. Luego, cuando fue cafetería, pasamos a tener más gente joven, estudiantes. Una cafetería más parecida a Los Riscos. Ahora tiene más estilo taberna inglesa. Nos dedicamos al combinado de cubas de ron, al gin tonic de alta gama, porque tenemos todo tipo de ginebras, el mojito, etc.
«Aquí siempre habrá bares, es el corazón de Haro. Cerrarán, pero dentro de unos años vendrán otra vez a intentarlo»
Rafael Villanueva | DUEÑO DEL CAFÉ VIRGINIA
-¿Cuál ha sido el momento más difícil para su negocio? ¿Puede ser este?
-Yo ya he pasado por dos crisis y esta es la tercera, y creo que esta va a ser la más dura de todas, porque esta ha empezado, pero aún no ha terminado, y va para largo. Cuando se vaya medio arreglando la crisis sanitaria, la economía tardará en recuperarse.
-¿Qué tal están llevando las medidas anti-COVID, las restricciones?
-Hay un camarero que lleva diez meses de baja, así que lo hacemos entre mi mujer y yo. Este verano he tenido un camarero para sustituir al que tenía de baja pero, acabado el verano, y con las restricciones, no he tenido más remedio que decirle que, sintiéndolo mucho, no se puede. Tengo que meter más horas yo, pero es lo que hay. Si no, no salen las cuentas solo con los de Haro.
-¿Cómo afectan las restricciones a su establecimiento?
-En el interior no se puede servir en barra, tiene que ser en mesa, y tiene que haber, entre las mesas, o bien unos separadores, o una distancia de metro y medio, algo que para nosotros, que el local es bastante amplio, cumplimos sin problema.
-¿Cómo vivió los actos vandálicos que tuvieron lugar en la noche del sábado en la plaza, con bastante clientela en la terraza?
-Nos dio mucha pena. Fue absolutamente vergonzoso. Comentaron que tenía que ver con la hostelería, pero ninguno de los hosteleros de Haro se metió ahí. Eran jóvenes radicales. Nada más.
-¿Qué futuro ve a la hostelería de la Herradura y de la plaza de la Paz de Haro?
-Yo creo que en un futuro se van a cerrar bastantes establecimientos. No solo en Haro, sino también en La Rioja y en España. Calculo que cerrarán casi la mitad de los establecimientos, hasta el 45% en Haro y en todas partes.
-¿Cómo ve a sus compañeros de estas zonas?
-Los veo preocupados. El que tiene unos cuantos empleados, no va a poder sobrellevar esta carga, sumado a la renta, que casi todos están en un local alquilado. El problema es bastante gordo. Yo ya sé de alguno que va a cerrar y no lo va a volver a abrir y, así, poco a poco, irán desapareciendo.
-¿Qué solución se le ocurre?
-Es muy complicado si no se generan ventas. Estamos bajo mínimos. Yo soy el dueño y lo llevo con mi mujer. Tengo pocos gastos y lo puedo sobrellevar.
-¿Qué sería Haro sin los bares de la Plaza o de la Herradura?
-Aquí siempre habrá bares, es el corazón de Haro. Cerrarán, pero igual dentro de tres o cuatro años, gente vendrá a intentarlo y, cuando las bodegas vuelvan a su actividad, todo aquí resurgirá.
«En lo que ocurrió el sábado no tuvo nada que ver la hostelería de Haro, eran jóvenes radicales, nada más»
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión