Comienza el desescombro en Viguera tras el derrumbe de la torre de su iglesia

Las causas del derrumbe todavía son una incógnita, si bien los técnicos barajan la inestabilidad del suelo o de la cimentación como principales posibles motivos. Para tratar de esclarecer lo ocurrido se ha requerido el estudio de una empresa especializada para realizar un informe geotécnico, aunque este trabajo no podrá comenzar hasta que se despeje la zona y dependiendo de su disponibilidad, pues, al parecer, están centrados en labores similares en Valencia, por la dana.

«Aunque siguen siendo jornadas duras, empezamos a ver la luz. Ya han comenzado las labores de desescombro, con cuidado, seguridad y control, que es el objetivo. Todos queremos que sea rápido pero la rapidez no va ligada muchas veces a la seguridad», expuso el alcalde de Viguera, quien aclaró que aún no hay conclusiones sobre lo ocurrido y es imposible obtenerlas sin los informes. Las siete casas desalojadas continúan deshabitadas, con unos diecisiete vecinos reubicados en las viviendas de familiares. «Ahora, con la retirada de los escombros, es cuando realmente puede haber peligro, así que, de momento, continúan realojados, pero estamos en continuo contacto con ellos para ayudarles en lo posible», advirtió Álvaro Manzanos.

El tiempo que se alargará el desescombro tampoco se sabe. «Nos encontramos en el casco histórico del municipio, con las calles más estrechas y toneladas de escombro, así que no podemos meter gran maquinaria», explicó Manzanos. Sobre las causas del derrumbe, el alcalde manifestó que la diócesis «está controlando fisuras» pero, insistió, «no podemos aventurarnos porque no hay ningún informe». De hecho, el párroco de Viguera confesó que ahora se fija más y aprecia grietas «hasta en el retablo».

«Ya empieza el desescombro y me da paz, también es un alivio para la gente del pueblo», expuso Fernando García, preocupado por el paño de muro de la iglesia aledaño a la torre. «Parece que está muy bien, pero el entorno es complejo. La parte sur, normalmente, es la entrada a las iglesias pero aquí, por razones que se desconocen, quedó como un arrabal», advirtió el párroco. «Tengo un anhelo grande de que se puedan esclarecer las causas y poner los medios para mantener lo que existe y recuperar la parte patrimonial, como las campanas, pero también las casas afectadas», deseó Fernando García. El párroco también tuvo palabras de reconocimiento hacia el alcalde de Viguera: «Me siento orgullosísimo de Álvaro por la entereza que está teniendo».

Lo que sí tiene ya el pueblo es un lugar donde oficiar la misa del domingo. Será una de las aulas del colegio CRA Moncalvillo, aledaño a la iglesia, la que acoja la liturgia a las 12.00 horas, aunque no se descarta hacerla al aire libre si el tiempo acompaña. Por otra parte, el Ayuntamiento y la parroquia han empezado a organizar un homenaje a la torre derrumbada junto a la Asociación de Campaneros de La Rioja.

«De aquí va a salir algo bueno, pero hay que esperar», declaró el párroco. «Hay que expresar el duelo pero también la acción de gracias. No somos conscientes de lo que hemos perdido, se ha hundido la torre, pero Viguera no se ha hundido», advirtió García.

José María García Calvo, presidente de los Campaneros de La Rioja, expuso que «estamos a su entera disposición porque sabemos que están muy afectados, nuestra intención es poder llevar un campanario móvil y hacer sonar las campanas, además de ofrecer una charla», así como colocar las campanas recuperadas y hacerlas sonar. Paralelamente, y al margen, se ha realizado un llamamiento para hacer sonar las campanas del valle del Iregua.