Los empleados de una residencia de Calahorra denuncian que sufren maltrato «constante»
Las agresiones crecen desde que se implantó un programa con menos medicación para los pacientes
«Estamos hartas de estar todos los días con la misma historia. Lo hemos estado aguantando dos años y ya vale». Así expresa su malestar el colectivo de auxiliares de enfermería de la residencia Los Manitos de Calahorra, que denuncian sufrir de manera constante agresiones «físicas y verbales» por parte de algunos de los residentes que atienden en el centro con problemas de deterioro cognitivo y de salud mental.
Las afectadas, que el pasado 27 de mayo registraron un documento en «Función Pública del Gobierno de La Rioja y en la secretaría técnica de la Dirección General de Servicios Sociales» solicitando la adopción de medidas que pongan fin a estas situaciones, aseguran incluso haber sufrido «golpes» que les han causado «importantes lesiones». «Una señora me dio una paliza. Me rompió las gafas y me dejó un ojo mal de pegarme con la zapatilla», relata una de las afectadas, a la vez que advierte que el estrés que provoca afrontar este tipo de comportamientos hace que «psicológicamente nos encontremos mal».
Pero los casos, según las auxiliares, no es ya que no sean aislados sino que se han «normalizado». Así cuentan como «una compañera tuvo desprendimiento de retina» por una agresión o como «a una enfermera, que tuvo cáncer, le dieron en todo el pecho y tiene un reservorio (dispositivo implantado para administrar medicación)».
«Una señora me dio una paliza, me rompió las gafas y me dejó un ojo mal», relata una de las afectadas
Las enfermeras auxiliares dicen, además, sentirse desprotegidas por parte de la dirección de la residencia , que «mira para otro lado». «Nos dicen que si nos agreden lo apuntamos, pero ya lo hemos hecho 80 veces y nadie hace nada», alegan al tiempo que lamentan que desde que presentaron el escrito, avalado por 55 firmas, en Función Pública «nadie nos ha respondido».
Según las trabajadoras estas agresiones se vienen produciendo especialmente desde que la residencia, con 109 plazas, se adhirió durante el año 2023 al programa Libera-Care, de la Fundación Cuidados Dignos, que promueve la atención a las personas mayores sin sujeciones físicas (cinturones, barandillas en las camas, muñequeras, tobilleras...) y químicas, priorizando la persona y la libertad de movimiento.
El personal ha registrado un escrito en Función Pública avalado por 55 firmas relatando su situación
«Han eliminado muchísima medicación y algunos están desquiciados», dicen las profesionales, que aseguran que al manifestar sus quejas por el grado de alteración que muestran algunos residentes la dirección del centro les acusa de que «lo que queremos es verlos drogados y dormidos».
«Lo que no queremos es ver a una persona superalterada, agobiada... Lo queremos es que estén bien, y no que estén con una angustia tremenda como nos está pasando con ciertas personas.», afirman, poniendo como ejemplo el de una persona mayor que «llegó para estar un mes y fue tremendo». Después, «se lo llevaron a otro sitio en Logroño, le pusieron un tratamiento y ahora está sociable con los demás», relatan.
Aunque las afectadas afirman haber recibido formación para «reconducir esto», sostienen que «no sirve». «Se intenta todo. A alguno ya lo hemos tenido que bañar entre cinco y a patada limpia», explican las auxiliares, quienes también precisan que los residentes en este centro son grandes dependientes, «y algunos con problemas psiquiátricos». «Son personas que están como están, y lo primero que te sueltan es el puño porque o bien no quieren una cama, no quieren comer...», relatan.
Servicios Sociales niega que no se medique si se «precisa»
Por su parte, desde la Consejería de Servicios Sociales se precisó ayer a Diario LA RIOJA que «efectivamente» se está impulsando el Plan de Atención Libre de Sujeciones, que es un «modelo de atención en centros gerontológicos (o de salud) que busca eliminar por completo el uso de sujeciones». No obstante, Servicios Sociales aclara que «ello no implica que no les estén dando la medicación que precisen» a los residentes.
De otro lado, desde el departamento de Servicios Sociales se indica que se están «adoptando medidas, como así consta en el proyecto de Ley de Medidas Hacendísticas que endurece el régimen sancionar administrativo de la Ley 2/2002, de 17 de abril, de Salud de La Rioja, con el propósito de fortalecer la protección de sanitarios, pacientes y familiares frente a agresores».
STAR pide «aumentar el personal» y «más evaluaciones»
Desde el pasado 30 de junio todas las residencias y centros de personas mayores de España deben tener implantados protocolos que minimicen el uso de contenciones físicas o químicas, de acuerdo a una resolución de la Secretaría de Estado de Derechos Sociales publicada el 28 de julio de 2022 en el Boletín Oficial del Estado. Sin embargo, en Los Manitos «se han adelantado implantando la norma Libero-Care, que es un modelo de cuidados muy estricto», explica Blanca Moraga, delegada del sindicato de enfermería STAR, que de primeras considera que apostar «por la atención centrada en la persona (como se recoge en la normativa) está genial», pero siempre que vaya acompañado de un «aumento de personal» y «más evaluaciones de los comportamientos de los residentes». De hecho, reconoce que en el caso de Los Manitos la implementación del protocolo está dando problemas, porque «estamos viendo que está ocurriendo algo» de acuerdo con las quejas que el personal ha trasladado también a este sindicato. Si bien Moraga apunta que es conocedora de que en la residencia se ha aumentado el personal para llevar a cabo la norma, advierte que «tiene que haber más». Y sobre todo, la delegada de Star considera que debe tenerse en cuenta las características de los residentes en Los Manitos , que son «dependientes severos o grandes dependientes», así como las características estructurales del edificio, que antes «era un colegio». Y es que el centro cuenta con «dos plantas, habitaciones pequeñas para camas a cota cero (que permiten suprimir las barras) y no caben las grúas», describe. «Se da un servicio excepcional, pero con el volumen de trabajo que hay se necesita aumentar el personal», insiste Moraga, quien de otro lado apunta que desde el sindicato Star se han llevado a cabo acciones para trasladar a la Administración regional la problemática de las auxiliares de enfermería en esta residencia. En este sentido, explica que, al igual que las auxiliares, Star ha registrado un escrito en Función Pública e introdujo esta problemática entre los asuntos tratados en la segunda mesa de trabajo de «Tecaes sobre las condiciones de mejora de este personal en todos los centros». «En la mesa técnica la delegada de Los Manitos dijo que era insostenible, que no podían más», recoge Blanca Moraga.