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Arnedo | Robo de los Santos
Ni a las buenas ni a las carrerasLos arnedanos frenan los intentos de los navarros en la procesión del Robo de los Santos, reviviendo una tradición secular y una hermandad única
Es de suponer que en los manuales del ladrón eficaz habrá varias normas: la nocturnidad, guardar en secreto el plan, ser sigiloso y discreto... Normas ... que los navarros llevan décadas y décadas incumpliendo sistemáticamente en el robo más singular de la historia. El que año tras año intentan cada mañana de 27 de septiembre, anunciándolo a voz en pregón y ante cientos de personas que se afanan en frustrarlo. Eso sí, consiguen su objetivo: que dos pueblos, riojanos y navarros, mantengan una tradición secular y una hermandad única que convierte el día grande de la semana por San Cosme y San Damián en pilar fundamental de su declaración como fiestas de interés turístico nacional.
Cumplieron este sábado los navarros su plan a rajatabla. A eso de las frescas 05.00 de la mañana llegaron a la ciudad del calzado en Autobuses Jiménez, la mayoría de Andosilla, pueblo que guarda a rajatabla la tradición, pero también de San Adrián. Los arnedanos les esperaban con abrazos, conversaciones para poner al día la amistad y guitarras y voces preparadas para la primera cita del guión: el Rosario de la Aurora por las calles arnedanas. La emoción sobrevoló el amanecer.
Después de reponer fuerzas, con chocolatada en el centro de participación activa, con almuerzo, como en La Chispa, los pasos se encaminaron hacia la iglesia parroquial. De ahí salieron en procesión los santos patronos médicos arnedanos y reclamados por los navarros. Con la comparsa de gigantes y el Grupo de Danzas al frente, y después de que la ronda El Emboque les dedicara su canción ante la casa de los Antillones, al final de la calle Mayor, Carlos Fuertes detuvo la procesión desde un balcón. El pregonero navarro iba a intentarlo a las buenas. Recordando la hermandad entre ambas tierras, cuestionó «qué más tenemos que hacer para demostrar que somos buena gente y que les vamos a cuidar bien» y propuso un acuerdo de comodato con los santos, como los que se dan para crear aparcamientos en solares: «Nos los llevamos a Navarra y os los cedemos para que los disfrutéis en fiestas». Mandó a la carrera a los navarros. Y los arnedanos se interpusieron en su fuga con el sentido «¡Autraño!».
Siguió la procesión con solemnidad, con las autoridades políticas y religiosas tras las andas. Visitó la iglesia de Santo Tomás, en cuyo patio bailó el Grupo de Danzas. Y en la plaza Nuestra Señora de Vico, la segunda parada, con Marta Verano en el balcón consistorial en el que era su segundo pregón junto a la veterana Montse Altozano. Lamentó con ironía la ausencia del anterior alcalde. «¿No ha venido Javier García? Menudo verano se ha dado... mostrando su apoyo a las localidades riojanas y su apetito», bromeó sobre la gastronomía local.
A la par, dio la bienvenida a la primera alcaldesa de la historia de Arnedo, Rosa Herce. Sus referencias a la actualidad arnedana pasaron por quejas como la falta de climatización en la residencia de mayores, el error informático que aumentó la cuota de septiembre del Pago a la Carta, los chiquillos que se quedan sin plaza en la Escuela Infantil, la falta de médicos en el centro de salud... «Es una vergüenza –dejó caer entre la ovación–. Hay que luchar por la salud pública y de calidad».
También se refirió al párroco Javier Martín: «Mucho enfadada me tienes por no dejarme decir tacos. Nos has recordado el mandamiento de «no codiciarás los bienes ajenos... Pero que no son ajenos, ¡Que son nuestros !». Y los navarros salieron a la carrera. De nuevo, decenas de brazos de todas las edades les frenaron y la procesión tomó Preciados hacia la iglesia hogar de los hermanos médicos. A sus pies, tras otro cántico dedicado por El Emboque, de nuevo Carlos Fuertes y sus argumentos, que viajaron a la historia y a la arqueología. «En Andosilla seguimos con las excavaciones del poblado de Resa, donde estaban los santos. Ahí estuvo y murió Sancho Garcés, uno de los más fervorosos fieles de San Cosme y San Damián. Lo hemos acreditado hasta en San Millán de la Cogolla. Cada vez estamos más cerca de averiguar realmente dónde estaban los santos. También han encontrado un monasterio y una iglesia, una con la imagen de San Esteban, otro... por averiguar.... Pero ya imaginamos», relató antes de mandar a la carrera..
A la tercera no fue la vencida. Ni a las buenas ni a las carreras lograron su objetivo los navarros. Sí su propósito. Los santos entraron a su iglesia, riojanos y navarros con ellos, compartieron eucaristía, cánticos, después el vermú, comida... Volverán a revivir una hermandad unida 'autraño'.
«Intentemos ser hombres de paz como los santos patronos»
Imbuido del tono irónico que habían impreso los pregoneros navarros a sus discursos para intentar convencer a los arnedanos de que debían llevarse los santos a San Adrián, el sacerdote arnedano Félix Sáenz Solana, párroco en Albelda de Iregua, terminó la eucaristía con una jocosa pregunta mirando a las andas. «¿Pero quién puede aclararnos quién es Cosme y quién Damián?». Él, también gemelo, comparó la confusión entre los dos médicos mártires con la que se da cuando su hermano Modesto le visita en Albelda.
Fue el toque amable de una homilía que tuvo un pregón muy serio. Subrayando que «ejercieron su profesión con ilusión atendiendo a los más desfavorecidos», destacó que «eran hombres de paz, de paz interior, algo que necesitamos en nuestra sociedad, pues nos sobra violencia en ideas, palabras y acciones». «¡Que no vivamos enfadados con el mundo!», llamó a los asistentes, con presencia en las primeras filas de la Corporación arnedana, de la delegada del Gobierno en La Rioja, Beatriz Arraiz, del consejero de Política Local, Infraestructuras y Lucha contra la Despoblación de la Comunidad Autónoma, Daniel Osés, o la presidenta del Parlamento regional, Marta Fernández.
También halagó la valentía y entrega total con la que los patronos ejercieron de médicos en las costas de Siria y Anatolia del siglo III hasta que Diocleciano ordenó su persecución y martirio. «Tomemos los trajes que nos dan e intentemos ser como ellos. Seamos hombres de paz tomando su ejemplo», invitó antes de finalizar el pregón con un «¡Vivan San Cosme y San Damián y vivan los riojanos y los navarros!». Los mensajes de paz estuvieron presentes en el lanzamiento de la 'bomba' a cargo de la alcaldesa el viernes, 26 de septiembre; en el pregón del párroco y también en las peticiones durante la eucaristía. Sor Inés fue la encargada de leerlas ante la iglesia parroquial llena hasta su último rincón, varias con la llamada a la paz y la confraternidad como elemento común ante el convulso mundo que nos rodea.
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