Vecinos de temporada en Haro

La vendimia ya está avanzada y el número de temporeros que llegan a Haro buscando un trabajo en el campo se ha incrementado en los últimos días. Por Cáritas, que tiene una campaña de atención diaria, han pasado unas setenta personas en cuatro días. Esas personas duermen en su mayoría en los bajos del Cid Paternina, donde se encuentran los juzgados y la estación de autobuses, en el quiosco de la Vega y en la calle Castilla.

Ha sido su lugar habitual desde hace años y los vecinos están acostumbrados a verlos durante un par de semanas al año. Muchos son solidarios y les bajan algún bocadillo para comer y cenar o mantas para paliar el frío. Pero este año han advertido mayor presencia de temporeros y aseguran que no todos vienen con la actitud de años anteriores.

Cáritas aseguró que el 80% de los atendidos son nuevos en Haro. Y los vecinos aseguran que «hay más inquietud entre los vecinos». En uno de los establecimientos que suelen frecuentar los temporeros, su propietario asegura que «los que vienen de otros años son muy educados y se puede tratar con ellos». Y también apunta que «este año han venido otros con muy malas formas, exigiendo y que beben mucho alcohol».

En otro establecimiento comentan que «mucha gente te dice que están incómodos porque les piden dinero y si no les dan, les increpan». Incluso los viajeros de la estación de autobuses «van a comprar el billete con el dinero justo para no sacar la cartera».

Sí es cierto que la Guardia Civil tuvo que intervenir y llevarse detenido a uno de los temporeros que intervino en un altercado en un bar durante la noche. Cáritas asegura que ese hecho ha sido puntual y recalca que «la gran mayoría son muy educados, vienen sólo a buscar trabajo y no quieren problemas».

El Ayuntamiento de Haro ha hablado con Cáritas para mejorar la situación de los temporeros. Ayer estaba previsto que instalaran un urinario portátil en la zona de los juzgados. La alcaldesa, Laura Rivado, comentó que «ha sido imposible buscar un pabellón para este año, pero para el que viene se les buscará un techo».

Junto al arquitecto municipal estuvieron valorando posibilidades, pero «requerían seguros específicos» y tanto ella como Leopoldo García reconocieron «no haber llegado a tiempo este año». Para el 2016, «comenzaremos a trabajar en junio para buscar un techo y que tengan unas condiciones dignas».