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Una de las espectaculares erupciones en Cumbre Vieja. MIGUEL CALERO / EFE
¿Por qué erupcionó el volcán de La Palma?
Píldoras de Ciencia

¿Por qué erupcionó el volcán de La Palma?

El de Cumbre Vieja es un volcán bastante singular, ya que, a diferencia de otros como el Teide, se compone de una sucesión de pequeños volcanes

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Lunes, 1 de noviembre 2021

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Aunque las definiciones son difíciles, intentemos una: un volcán es una abertura en la corteza de un planeta por la que salen cenizas, gases y lava, que tras bastantes erupciones van, en general, formando un cono compuesto por rocas y ceniza. En la tierra existen más de 1.800 volcanes. Los extintos, que son la mayoría, probablemente no volverán a entrar en erupción. Los activos han tenido alguna erupción en los últimos 10.000 años. Algunos, como el de la isla de La Palma, están teniendo erupciones, con periodos de descanso cortos, desde hace 7.000 años. Los inactivos son los que no han entrado en erupción desde hace muchos años, pero eso no significa que no lo puedan hacer en el futuro.

En un volcán activo, a cierta profundidad, se acumulan gases y rocas fundidas llamadas magma. La alta temperatura en la cámara del magma incrementa la presión de los gases. Esa presión puede forzar al magma a viajar hacia la superficie del volcán abriendo canales que coinciden con grietas o debilidades de la corteza terrestre. El canal principal se abre al exterior en la parte superior del volcán. Los demás son canales laterales o respiraderos secundarios. El magma que asciende por los canales rompe lo que obstaculiza su subida y genera seísmos de intensidad variable. El magma que llega al exterior con la erupción se llama lava. Puede salir como un flujo, cuya velocidad depende de su densidad, o bien de forma explosiva. La forma externa del volcán viene determinada por la composición del magma, así como por la velocidad y tipo de las erupciones. Si los volcanes surgen bajo las aguas, pueden dar lugar a montañas submarinas y, si la lava llega a la superficie, crear islas.

El volcán de Cumbre Vieja de La Palma es el más activo de Canarias. Ahora ha vuelto a mostrar su actividad, 50 años después de la última erupción. Es un volcán bastante singular, ya que, a diferencia de otros como el Teide, se compone de una sucesión de pequeños volcanes. La salida de lava, que puede ocurrir por cualquiera de ellos, se inició con una erupción de tipo estromboliano para, posteriormente, alternar fases más hawaianas. Desde 2017 hasta hoy nos ha ido avisando que podía volver a estar activo. De tiempo en tiempo se producían un gran número de seísmos seguidos, de intensidad variable. Su centro, que estaba a 30 km de profundidad en 2017, se situó, poco antes de salir la lava, a menos de 1 km de la superficie. El otro aviso está asociado con el abombamiento que se produce en el terreno debido a la presión que ejerce el magma antes de romper la superficie. Este abombamiento alcanzó los 15 cm. La predicción del final de esta erupción es imposible. La media histórica es de unos 55 días.

Después de la erupción de 1971, con el fin de preservar a seis municipios, se creó el Parque Natural de Cumbre Vieja. Tal y como estamos viendo, el destino de estos municipios no quedó libre de esa actividad. Así, dentro de unos años, no se sabe cuántos, el volcán volverá a dar señales de vida y, por su complejidad, no se podrá predecir el curso de los ríos de lava.

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