La supervivencia de la remolacha, en peligro

La 'demonización' del azúcar contribuyó notablemente a esa pérdida de rentabilidad porque la demanda se redujo sustancialmente al hacerlo también la de azúcar. No obstante, éste no fue el único factor que intervino. El creciente incremento en el coste de los insumos también tuvo mucho que ver.

En los últimos años parecía que este cultivo, que tuvo una importancia notable en las economías domésticas especialmente en La Rioja Alta, se recuperaba y así en el año 2023 se había 'extendido' hasta las 830 hectáreas y 950 un año después. Sin embargo, hace unos meses sufrió un duro golpe que el Gobierno de La Rioja espera que no sea definitivo.

Las remolachas cultivadas en La Rioja tenían como destino casi exclusivo la planta de Azucarera en Miranda de Ebro. Allí se molturaba para convertirla en azúcar, pero a finales del mes de mayo, la propiedad de esa planta –y de tres más en España–, la multinacional grupo AB Foods, anunció que cerraba la planta burgalesa y concentraba toda la actividad de producción de azúcar, esto es, de molturación de remolacha, en la instalación que el grupo tiene en Toro, provincia de Zamora.

La planta de Miranda de Ebro quedaba únicamente para refinar el azúcar producido en la planta molturadora.

Esa decisión frenaba en seco las expectativas de los agricultores riojanos que veían como uno de los cultivos tradicionales de la región (aunque hubiera perdido un peso que se estaba recuperando) quedaba en entredicho porque ahora, a los insumos habituales de la producción se unía el gasto de transportar la remolacha desde las fincas de La Rioja hasta la planta de Azucarera en Zamora.

El Gobierno de La Rioja trata de paliar esa falta de rentabilidad del cultivo, agravados igualmente por los problemas propios de la producción, puesto que en los últimos tiempos además el volumen de la cosecha se ha visto muy mermado por la presencia de algunas enfermedades de difícil tratamiento, y por ello ha habilitado unas ayudas para los agricultores riojanos.

La línea de apoyo para los productores de remolacha azucarera se acoge al régimen de mínimis y cuenta con un presupuesto de 187.000 euros. Se podrán acoger a estas ayudas todos los remolacheros riojanos según la superficie sembrada esta campaña. El objetivo es compensar la merma de rentabilidad causada por la actual bajada de precios en los contratos firmados para esta cosecha como consecuencia de la actual problemática en la producción de remolacha azucarera.

La ayuda de concesión directa será de 400 euros por hectárea y se entenderá realizada por la presentación de la Solicitud Única de la PAC en la presente campaña 2025.

Desde el pasado mes de febrero, la consejera de Agricultura, Noemí Manzanos, acompañada de su equipo técnico, ha mantenido varios encuentros de trabajo con los colectivos de la remolacha en La Rioja, la Cooperativa El Cierzo y ARAG-Asaja, en los que se puso de manifiesto el problema de la bajada de producción y de la riqueza en azúcar como consecuencia en parte de la enfermedad de la amarillez virótica que afecta al cultivo, ya que tras la prohibición del uso de neonicotinoides no existe un tratamiento eficaz.