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Un roto en la red de seguridad

JOSÉ ANTONIO HERCE

Sábado, 18 de febrero 2017, 20:14

La crisis ha producido graves desgarros en el tejido social. Desde el punto de vista de la percepción de rentas, quienes más han sufrido han sido los trabajadores de toda categoría que se han quedado en paro, y muchos que no han perdido sus empleos, los funcionarios, los directivos de todos los niveles que se han quedado sin variables o han tenido que aceptar reducciones de sus salarios, los autónomos y empresarios que han visto caer su facturación o han debido cerrar sus talleres o empresas.

Los pensionistas no han sufrido con la crisis, más bien al revés, gracias a la deflación. Pero se enfrentan a otro tipo de reto que ya empieza a manifestarse: la insuficiencia de recursos de la Seguridad Social, que en 2017 acabará con un déficit del 1,7% del PIB, según la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

Es verdad que dicha insuficiencia de recursos no afectará a corto plazo a sus pensiones, pero, en aras de la sostenibilidad, las reformas de los años 2011 y 2013 provocarán un relevante ajuste del poder adquisitivo de las pensiones debido al aumento del periodo de cómputo de la base reguladora, la actuación del índice de revalorización (en presencia de inflación) y del factor de sostenibilidad. La propia AIReF estima en el 7% la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones entre el 2013 y el 2022, si bien esta pérdida podría situarse en más del doble entre el 2017 y el 2026.

Uno de los índices que mejor traza lo que cabe esperar en esta materia en el futuro es la denominada 'tasa de soporte', es decir, la ratio entre el número de cotizantes y el de pensionistas. Este índice es en la actualidad, para el conjunto de España, de 2,05 afiliados por cada pensionista, cuando a finales del 2007 era de 2,53. En La Rioja, esta relación es hoy de 1,78 afiliados por cada pensionista, cuando en el 2008 era de 2,05.

La superación de la recesión laboral en ambas geografías está restableciendo poco a poco estas ratios, pero, si La Rioja tuviese un sistema propio de Seguridad Social, este tendría un déficit bastante superior al del conjunto de España en proporción al PIB de la región.

Por otra parte, el recorrido al alza de este indicador, en cualquier región española, está muy limitado por dos factores: límites demográficos al crecimiento de la afiliación y aceleración en el crecimiento del número de pensionistas. Se prevé que en el 2060 la ratio afiliados por pensionista se sitúe algo por encima de la unidad. Lo mismo, si no algo peor, sucederá en las regiones españolas con un dinamismo demográfico similar al del conjunto español, como es el caso de La Rioja.

DIRECTOR ASOCIADO DE ANALISTAS FINANCIEROS INTERNACIONALES (AFI)

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