¿Tengo que ayudar al niño con los deberes?
Con la vuelta al cole son numerosos los padres que se preocupan por las tareas de los hijos. La pedagoga María José Marrodán da unos consejos
jorge matute
Domingo, 31 de agosto 2014, 21:22
En pocos días miles de escolares riojanos volverán como cada mes de septiembre a llenar las aulas, pasillos y patios de los colegios de nuestra comunidad. Atrás quedan los días de piscina y de playa. Los libros y deberes serán otra vez el tema del día a día.
No sólo los escolares se tienen que preparar, también los padres: ¿ayudo a mis hijos con las tareas? ¿Si no estoy pendiente de él, suspenderá? Son numerosas preguntas a las que muchos no saben responder.
María José Marrodán, pedagoga del colegio Navarrete El Mudo, explica que los deberes son responsabilidad de los niños aunque para los más pequeños siempre es bueno el apoyo de los padres, principalmente para que cojan hábito de estudio ya que son pocos los niños que quieren hacer deberes. Marrodán lo compara como aprender a montar en bicicleta. Para ella, si se les ayuda demasiado tiempo los estudiantes consideran que los deberes son de los padres. Aunque eso no quita, apunta, para que siempre haya que darles buenas estrategias para que se orienten.
Cinco consejos
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¿Quieres ayudar a tu hijo? María José Marrodán da cinco consejos sencillos para padres preocupados
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1- Organizarse Los chicos tienen que saber como va a ser su día, tienen que hacerse un plan
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2- Cumplir el plan
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3- Apoyar lo que se hace en el colegio Si se discrepa en algo no hacerlo delante de los chavales
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4- Ayudarles a preparar sus cosas
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5- Escucharles
Curiosamente, hay un momento en que el apoyo paterno puede ser hasta contraproducente. Para Marrodán hasta tercero de primaria tienen ventaja quienes tienen un seguimiento. Sin embargo, a partir de este curso los que ya se valen por sí mismos sin tanta ayuda paterna llegan menos apurados a los exámenes. En todo caso, la labor de los padres es preocuparse, no hacerles las cuentas
Muchos padres se preguntan también si es bueno que sus hijos hagan tantos deberes. La pedagoga los ve con buenos ojos. Son la práctica de lo aprendido, explica, aunque la cantidad no influye tanto como la calidad. Lo bueno es hacer un poquito de cada cosa.
Y, aunque parezca difícil, hay que evitar ver el trabajo de casa como una condena. Los deberes hay que disfrutarlos.