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Lidia Carvajal
Quiero montar un huerto ¿qué planto?

Quiero montar un huerto ¿qué planto?

La primavera es la mejor época para iniciarse. Prepara el terreno y cultiva ya tomates, lechugas, guisantes...

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Jueves, 28 de abril 2022, 00:02

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Si te ronda por la cabeza la idea de tener un huerto, ya sea grande, pequeño, rural, urbano, compartido o propio no lo pienses dos veces. «Lánzate. La primavera es la mejor época del año para iniciarse. Las temperaturas son más agradables y los cultivos se desarrollan más rápido», anima Toni Jardón, autor del libro 'Vente al huerto. Cultiva tus propios alimentos' (Ed. Espasa) y responsable del canal de YouTube 'La Huertina de Toni', que suma casi dos millones de seguidores. Antes de empezar con la siembra, el experto aconseja diseñar primero el huerto «porque no todas las plantas se llevan bien entre ellas. Lo ideal es combinar especies diferentes en un mismo espacio con el objetivo de que unas se 'aprovechen' de las otras en un proceso parecido a la simbiosis».

El 'bancal ensalada'

En estos casos, una asociación que funciona muy bien es la combinación de cultivos de raíz como la zanahoria, que busca su desarrollo en el suelo, con otros de hoja como la lechuga, que además se puede plantar durante todo el año, aunque conviene evitar los meses de más calor. «También es interesante plantar especies con distinta velocidad de crecimiento para aprovechar mejor el suelo: mientras unos crecen, recoges la otra cosecha». Para cultivar un huerto no se necesita mucho espacio –se puede hacer en una terraza o incluso en una ventana-, pero «es imprescindible tener luz directa del sol, ya que tanto las verduras como las hortalizas la necesitan para realizar la fotosíntesis», añaden en Huertos Montemadrid.

La propuesta de Toni, sobre todo si el espacio para cultivar no es muy grande, es empezar el huerto por lo que el experto llama el 'bancal ensalada': tomate, cebolla, lechuga y plantas aromáticas. «Estas especies se complementan muy bien, se protegen de las plagas y, además, se ayudan mutuamente en el crecimiento. Primero, plantamos la cebolla por todo el perímetro para proteger al tomate. Como la distancia entre cada tomatera tiene que ser de medio metro, se puede aprovechar ese espacio libre para cultivar las lechugas. Y las plantas aromáticas como la albahaca van en el centro». Esta es una opción, pero hay tantas como gustos o necesidades.

Una vez diseñado el huerto y organizadas las plantaciones con el calendario de siembra en la mano, el siguiente paso es preparar el terreno con, al menos, una semana de antelación. «Si es el primer año que plantamos y el suelo está sin usar no necesitará mucha preparación. En cualquier caso, lo primero que se debe hacer es limpiar, abonar, remover y mezclar la tierra. Después, se acolcha con paja o cortezas para evitar que la tierra pierda humedad y salgan hierbas competidoras y, finalmente, se prepara el sistema de riego, que variará en función del tipo de cultivo y de la zona en la que vivamos», coinciden los expertos.

«Empieza por los 'cherry'»

De todos los cultivos que se pueden plantar en esta época, que son muchos y muy variados, la estrella es el tomate. «El problema es que se trata una hortaliza bastante delicada y, por eso, mucha gente se desespera con su cultivo. Hay que ponerle un extra de cariño. Mi recomendación es empezar por la variedad 'cherry', que no es tan vistosa, pero es más resistente a las plagas y tarda menos en crecer», explica el autor de 'Vente al huerto'.

Sin embargo, el pepino, el calabacín, los guisantes o los pimientos son cuatro especies de medio y largo plazo (se recogen en dos o tres meses) mucho más agradecidas y que necesitan menos cuidados. En cuanto a las hortalizas de ciclo corto (50 días), las acelgas y las lechugas son dos buenas especies con las que iniciarse.

Pala, azada, regadera... Estas son las siete herramientas básicas

Explica el agricultor Toni Jardón que hay una serie de herramientas básicas que no pueden faltar en un huerto. «Son las siete magníficas», como él las llama. La primera es la pala, ya sea plana (para cortar el suelo cuando está blando, preparar la tierra...); de punta (resulta muy útil en suelos duros); ancha (sirve para carga y descarga de tierra, estiércol...); o de dientes (es la ideal para labrar y remover la tierra)». La segunda herramienta es la horca u horquilla, «muy práctica para mover y recoger hojas, hierba seca o airear el cultivo», precisa el especialista. La azada también resulta muy recurrente en el huerto, tanto «para arar a la antigua usanza como para hacer surcos o limpiar la tierra de hierbas». Otra de las herramientas básicas es el rastrillo, que se suele utilizar para allanar el terreno, romper terrones e incluso para cubrir la tierra de semillas. Completan la terna el pulverizador (para fumigar los cultivos), la regadera, «que se convertirá en tu amiga inseparable», y la carretilla, «aunque si el huerto no es muy grande puede que no la necesites», admite Jardón.

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