El hombre que mató a su hermana a martillazos elude la cárcel pero ingresará en un psiquiátrico
La Audiencia absuelve a Lorenzo Santamaría del delito de asesinato porque sufre demencia degenerativa que le afecta a la capacidad de comprensión
C. NEVOT
Jueves, 7 de octubre 2010, 11:58
El 29 abril del 2009, el mismo día que cumplía 58 años, Lorenzo Santamaría mataba a su hermana a martillazos. Ahora, año y medio después, la Audiencia Provincial de Logroño le ha absuelto del delito de asesinato al aplicar la eximente completa de enajenación mental. No obstante, el juez, según detalla la sentencia a la que ha tenido acceso Diario LA RIOJA, ha acordado que el acusado permanezca ingresado en un establecimiento penitenciario psiquiátrico durante 20 años.
La medida, que ya solicitaba la Fiscalía, ha sido acordada como consecuencia del resultado que han arrojado las exploraciones psiquiátricas a las que fue sometido Lorenzo Santamaría tras cometer el macabro suceso. En ellas se evidencia que el procesado, que entonces vivía con su esposa, padece una demencia degenerativa que en el momento de los hechos le afectaba de manera severa a su entendimiento de la realidad e incluso a su capacidad para controlar sus impulsos. Estos síntomas podían desembocar en episodios de extrema violencia, como efectivamente así ocurrió.
En cuanto al estado del procesado, los mismos informes revelan que no se espera la reversibilidad de la demencia ni se descarta que se puedan repetir actos similares, como el que acabó con la vida de Delia Santamaría. Una mujer que, puesto que la esposa del procesado abandonaba temprano el hogar para ir a trabajar, acudía cada mañana a casa de su hermano para acompañarle y ayudar en las tareas domésticas.
Aquel día no fue diferente. Sobre las 7.30 horas, Delia, soltera y sin hijos, fue a casa de Lorenzo a quien tenía que acompañar a hacerse unas pruebas médicas. Al parecer, el acusado «concibió el propósito de acabar con la vida de su hermana» y mientras ésta se encontraba en una habitación de la casa, cogió dos martillos y le golpeó con ellos. Como consecuencia de la agresión, cayó al suelo de bruces y una vez ahí, sin posibilidad de defensa, «el acusado la giró y la sujetó del cuello para seguir golpeándola por toda la cabeza». Delia, que se estima que recibió 41 martillazos, falleció en el acto.
El fallo judicial ha salido a la luz pública una vez que las partes, es decir, la Fiscalía y la defensa del acusado han mostrado sus conformidad con la petición del Ministerio público. Precisamente, en sus escrito de calificación de los hechos, solicitaba que se aplicara la eximente completa de enajenación mental y que se le absolviera del delito de asesinato que se le imputa. También recomendaba su internamiento en un centro psiquiátrico.