Energía y sociedad en el siglo XXI
Todo sistema de generación de energía renovable debería complementarse con el correspondiente sistema de generación de hidrógeno (verde, a ser posible)
JOSÉ DANIEL SIERRA MURILLO
Sábado, 25 de junio 2022, 18:55
En una sociedad planetaria como la que vivimos hoy en día, la energía se ha convertido en paradigma de nuestro desarrollo. Como dice mi buen ... amigo Alberto Falces, «estamos rodeados de energía, todo es energía». Efectivamente, Einstein lo resumió en su famosa fórmula: E = mc2. Aunque esta suele asociarse a la energía nuclear, no olvidemos que en el Universo que habitamos, todo (y digo todo) está correlacionado/conectado: energía (bosón de Higgs, fotones, etc.), entes fundamentales materiales (familias de leptones y quarks, a día de hoy), estructuras químicas y biológicas, etc. Incluso, las diferentes culturas/sociedades humanas estamos cada vez más correlacionadas/conectadas, psicológica y físicamente.
Aunque de lo que quiero hablar es de la energía, en concreto de las diferentes fuentes y su interconexión mediante vectores energéticos como el hidrógeno (verde, a ser posible), que pueden ayudar a almacenar y flexibilizar la utilización de la energía obtenida mediante, por ejemplo, fuentes renovables (fotovoltaica, eólica, geotérmica, mareomotriz, etc.). En el ámbito de la movilidad, países como Alemania y Japón llevan una cierta ventaja en su generación y distribución
En cuanto al almacenamiento, sigo pensando que la vía más sencilla es la elevación de uno de los elementos más abundantes en la Naturaleza: el agua, dulce y/o salada. En el caso de España, ya se viene realizando mediante la reversibilidad de las centrales hidroeléctricas; aunque falta generalizar el ejemplo que se nos está dando en la isla canaria de El Hierro. España tiene una inmensa costa con una geografía montañosa, muy cercana habitualmente. Estas circunstancias, pueden aprovecharse de manera sostenible, mediante la elevación de agua del mar a grandes aljibes construidos de manera respetuosa con la naturaleza (podrían ser grandes instalaciones subterráneas, como las que se construyeron en Barcelona antes de las Olimpiadas de 1992) en esas zonas montañosas cercanas al mar. Esa agua salada puede almacenar la energía renovable sobrante en forma de energía potencial gravitatoria (EPG = mgH), y en cantidades ingentes. Para recuperarla y utilizarla adecuadamente, solo debe devolverse al mar de donde provenía mediante un sistema semejante al ya mencionado de la isla El Hierro, en el que una parte de la EPG se transformaría en electricidad (podríamos calificarla como otra forma de vector energético por su versatilidad) y otra parte podría servir para obtener agua dulce mediante ósmosis inversa (debe tenerse mucho cuidado con la salmuera sobrante). Aquí debo recordar que ambos procesos de reconversión necesitan mucha más investigación, I+D+i, en la que sería deseable y muy interesante que invirtiéramos en nuestro país.
El hidrógeno, como vector energético, permite también almacenar ingentes cantidades de energía, por ejemplo, de la energía renovable sobrante. De hecho, todo sistema de generación de energía renovable podría/debería complementarse con el correspondiente sistema de generación de hidrógeno (verde, a ser posible), dada su potencial versatilidad. Aunque debo recordar de nuevo el trabajo investigador pendiente (I+D+i), hay aplicaciones muy útiles ya en uso: coches con motor eléctrico alimentado con pila de hidrógeno (no mediante combustión ni baterías tradicionales) y gran autonomía (600-800 kilómetros, a día de hoy), así como diferentes sistemas eléctricos alimentados con la correspondiente pila de hidrógeno, que les dota de una gran independencia en zonas geográficas aisladas.
En este punto, quiero remarcar la importante visita que realizamos el día 3 de junio a la Fundación Hidrógeno Aragón , una institución sin ánimo de lucro que crece en paralelo al gran interés científico-tecnológico del hidrógeno verde. Esta visita se hizo con los/as alumnos/as de la asignatura Ciencia Fundamental en el Siglo XXI, asignatura impartida por Susana Cabredo Pinillos, Carmen Tenorio Rodríguez y el que suscribe, en las sedes de Haro y Logroño, en el ámbito formativo de la Universidad de la Experiencia, organizada por la Fundación de la Universidad de la Rioja.
Por último, recordar la importancia de nuestra Universidad de la Experiencia, en la trasmisión y divulgación de la cultura científico-tecnológica, en un ámbito de nuestra sociedad madura pero muy experimentada en una gran diversidad de trabajos y dedicaciones. Todos/as ellos/as muestran una asombrosa curiosidad por aumentar su conocimiento sobre temáticas, en principio, complicadas para la mayoría de ellos/as, pero de gran interés para una sociedad del siglo XXI.
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