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MARTÍN SCHMITT
Lunes, 8 de marzo 2021, 01:00
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Mayte Vallejo es una de las cuatro presidentas que están al frente de una federación deportiva, la de Espelleología, en la región. Las otras son ls de Gimnasia, Ciclismo y Patinaje. Acostumbrada a moverse en un deporte de hombres -las mujeres representan más o menos el 25 por ciento-, la campeona española de 'Espeleología Socorro', una de las cuatro modalidades de competición, considera que su disciplina es «un mundo aparte». «Hay cosas muy bonitas bajo tierra. Hay maravillas», asume.
La fuerza física y mental es importantísima en su mundo. «Hay mujeres que tiran más que los hombres. Lo he visto. Porque aquí no hay uno más que otro. La verdad es que es un deporte muy igualitario», aplaude orgullosa la presidenta federativa.
Mayte Vallejo llegó a la Espeleología hace ya 18 años de la mano de un familiar. «Hacía barrancos y me enganché. Tuve que parar durante un tiempo porque tuve una niña, pero luego seguí. Y cuanto más grandes sean las cuevas, mejor para mí». Su hija, que hoy tiene 13 años, no siguió sus pasos y optó por la gimnasia rítmica. «Quiero que haga su vida, no me importa que la 'espeleo' no sea lo suyo», explica la presidenta.
En La Rioja, solo un puñado de personas practican espeleología. Con aproximadamente 700 licencias federativas, la actividad en sí la llevan a cabo poco más de media docena de personas. En la región se puede practicar en Torrecilla, en Peña Hincada, en Nestares o en las inmediaciones de Cervera, en Contrebia Leucade. Mayte Vallejo no esconde la dureza de un deporte que entrena de lunes a viernes en un circuito en el Adarraga. Pero no cesa en su empeño para cortar la brecha entre mujeres y hombres.
Así, uno de sus objetivos es conseguir que haya más visibilidad de la mujer en el deporte. Para ello quiere crear una comisión especial. «Quiero demostrar que somos iguales. Me gustaría que hubiese más mujeres practicando este deporte. La espeleología no es solo de hombres. Es muy sucio, pero es muy igualitario», apunta. «Es muy sufrido porque es meterse bajo tierra, en pozos eternos. Hay que estar muy preparado. Pero animaría a la gente a conocer este deporte porque hay otro mundo debajo de la tierra. He visto maravillas allí abajo», añade Vallejo, que también es rescatista en Navarra.
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