Alarma en Castro por un chat de hombres que comparten desnudos de sus parejas
La concejalía de Igualdad ha puesto el escándalo en conocimiento de la Guardia Civil tras colgarse carteles en las paredes del municipio
La alarma ha saltado en Castro Urdiales. Una denuncia anónima de una mujer a varias asociaciones feministas del municipio cántabro señala la existencia de un ... posible grupo de whatsapp integrado supuestamente por más de 90 hombres, que comparten fotografías de desnudos de sus parejas o contactos sexuales sin el consentimiento de las mujeres que protagonizan las escenas.
El Ayuntamiento castreño, que no ha recibido la denuncia directamente de la mujer, que quiere mantenerse en el anonimato, conoció el escándalo al publicarse referencias en las redes sociales y cuando el pasado jueves aparecieron carteles en las calles del municipio, según adelanta El Correo. Al considerar que se trataba de unos «hechos gravísimos», la concejala de Igualdad, Leticia Mejías, y su equipo los pusieron ayer mismo en conocimiento de la Guardia Civil. Fuentes del instituto armado se limitaron a señalar que no habían recibido ninguna denuncia y «por protección de datos», rehusaron revelar si se había abierto una investigación al respecto.
Según el escrito que ha aparecido colgado en las paredes de la plaza Hermandad de las Marismas y viene firmado por la coordinadora 25N, un hombre, vecino de Castro –al que identifican por un nombre de pila–, que suele acudir a un club de prostitución, comenzó una relación con una de las jóvenes, «latina, migrada, en situación irregular y prostituta al no tener otras opciones de trabajo en España». En uno de esos encuentros, el hombre le habría propuesto hacerle fotografías de contenido sexual y ella aceptó «con el acuerdo entre ambos de que eran privadas y no se podían compartir con nadie».
Comentarios machistas
A finales de septiembre, la chica descubrió de forma casual en el móvil del varón «un grupo de whatsapp conformado por 94 hombres de Castro y alrededores, que compartían fotos de sus parejas y/o amantes sin su consentimiento». Entre esas imágenes, se encontraban las que le había hecho a ella, enviadas por él mismo. Aprovechaban el chat para realizar «comentarios machistas sobre sus cuerpos». La joven reconoció en el grupo a al menos dos amigos de él e inmediatamente rompió cualquier contacto con el hombre.
Pese a que siente que «se aprovechó de mí y violó mis derechos como mujer al compartir mi imagen sin mi conocimiento», ha optado por no denunciarlo ante la Policía por miedo a que pueda perjudicarle en su trabajo o su situación administrativa. No obstante, la mujer pidió a las representantes de estos colectivos feministas de Castro que denunciaran su historia públicamente e hicieran de altavoz frente a un «claro ejemplo de violencia machista».
El caso ha generado un gran revuelo en el municipio. Una de las asociaciones que recibió el correo electrónico después de que hubiera saltado ya en las redes sociales, Las Sin Sombrero, quiere desmarcarse de la carta que ha aparecido en los bajos de un bloque de viviendas. «La mujer afectada (aunque puede haber muchas) se encuentra en una situación de enorme vulnerabilidad», por lo que reclaman que «no se ponga el foco en ella sino en lo que parece realmente grave: que haya aun grupo de más de 90 hombres» pasándose imágenes de mujeres sin su autorización. Este grupo espera en que «se investiguen los hechos y se diriman responsabilidades».
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