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A la izquierda, el socavón vallado tal y como ha estado durante años. A la derecha, el aspecto que presenta ahora la zona donde ya aparcan los coches.
Rellenan de hormigón una sacristía del XVII para hacer dos plazas de aparcamiento

Rellenan de hormigón una sacristía del XVII para hacer dos plazas de aparcamiento

Vecinos por Liébana denuncia un "atentado contra el patrimonio" en Espinama al aparecer parte de la vieja iglesia del XVII rellena de hormigón

leticia mena

Viernes, 19 de agosto 2016, 13:54

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En Espinama hay dos iglesias: la vieja y la nueva. La primera se construyó entre finales del siglo XVI y principios del XVII, tal y como figura en el Archivo Histórico Provincial. La nueva se inauguró en 1968 tras la donación de cuatro millones de pesetas de las de entonces por parte de los vecinos Rafael Calvo y su esposa María Jesús Briz. Desde aquel momento, la vieja pasó a formar parte del paisaje del pueblo sin que el Obispado ni las autoridades competentes hayan hecho nada para mantener en pie el edificio más antiguo del pueblo, y eso que no han sido pocas las veces que los vecinos han insistido en la necesidad de recuperar este edificio histórico que todo el que pasa por Espinama se encuentra de bruces.

Hace más de una década, la Escuela Taller de Potes arregló el tejado, la torre y quitó las humedades, y todo el material que sobró lo metieron en lo que era la sacristía. El tiempo y la ampliación de la carretera se cebaron precisamente con el muro que cubría esa zona de la iglesia, y un boquete de amplias dimensiones se convirtió en un peligro para quienes pasaban caminando por allí. Durante años, este agujero estuvo limitado por unas vallas amarillas de obra y, este jueves, la agrupación electoral Vecinos por Liébana (VxL) se ha hecho eco de que el socavón ha aparecido «cubierto por un mamotreto de hormigón para ganar dos plazas de aparcamiento».

Desde el Ayuntamiento de Camaleño aseguran que allí no han autorizado esta obra y que ni siquiera han recibido una petición para hacerla, aunque el alcalde, Óscar Casares (PRC), reconoce que la situación en la que estaba la zona les preocupaba por la peligrosidad que entrañaba para los vecinos. Casares afirma que desde el Consistorio se está investigando qué ha ocurrido y quién ha decidido realizar esta obra sin tener el visto bueno del Ayuntamiento, aunque advierte de que la iglesia vieja de Espinama, como todos los edificios religiosos, dependen del Obispado.

La agrupación electoral VxL ha anunciado que exigirá responsabilidades políticas por la destrucción de los restos de la sacristía de la iglesia vieja de Espinama, al considerar que esta actuación es un «atropello y un atentado» contra el patrimonio histórico y cultural de todos los lebaniegos. Tal y como puede leerse en una inscripción tallada en la pared del templo, la sacristía fue construida en 1686 y, según VxL, el templo aparece registrado desde 1991 como edificio de interés en el plano de delimitación del suelo urbano. Esta catalogación se publicó en el BOC del 7 de febrero de 1992 y, en la actualidad, sigue vigente.

El único intento que ha habido por rescatar del olvido este edificio fue un proyecto orquestado por el Obispado y el programa Proder para convertirlo en el Museo de la Religiosidad Popular de Liébana. Aquella idea se hizo pública en abril de 2001, se habló de una partida de 12 millones de pesetas e incluso se detallaron las áreas temáticas que albergaría, pero nunca se hizo nada hasta hace quince días que el agujero ha sido tapado con hormigón.

Vecinos por Liébana anuncia que pedirá explicaciones sobre lo ocurrido al presidente de la Junta Vecinal de Espinama (PP), al alcalde de Camaleño (PRC) y a Patrimonio de Cantabria, para que justifiquen en base a qué han extendido los permisos para la construcción de este aparcamiento, quién es el responsable y que las autoridades pertinentes estudien si esta obra constituye un delito. Lo mismo que el Ayuntamiento, que está investigando quién ha decidido, de su mano mayor, alterar el patrimonio histórico de este pueblo de Liébana.

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