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Nacho G. Velilla, durante el rodaje de 'Mañana es hoy'. Emilio Pereda
Nacho G. Velilla presenta 'Mañana es hoy': «El drama es de reacción inmediata, la comedia deja más poso»
Nacho G. Velilla | Director, productor y guionista

«El drama es de reacción inmediata, la comedia deja más poso»

Estrena este viernes en Prime Video, 'Mañana es hoy', una divertida cinta familiar, con viajes en el tiempo, protagonizada por Carmen Machi y Javier Gutiérrez

Iker Cortés

Madrid

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Lunes, 5 de diciembre 2022, 10:29

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Nacho G. Velilla (Zaragoza, 55 años) jamás le ha sido infiel a la comedia. Desde que en 1999 alumbrara '7 vidas', el responsable de cintas como 'Que se mueran los feos' o 'Villaviciosa de al lado' no ha parado de buscar la carcajada del espectador porque está convencido de que haciendo reír «se puede llegar más lejos con la crítica». El padre de 'Aída' estrena este viernes, 2 de diciembre, 'Mañana es hoy' en Prime Video, un divertido largometraje en el que un matrimonio, encabezado por Carmen Machi y Javier Gutiérrez, y su hijo viajan de 1991 a 2022.

–¿Cuál es el germen de esta historia?

–Hay dos factores, primero el del Nacho espectador en su adolescencia. Yo crecí viendo películas como 'Regreso al futuro', 'Los Goonies', 'La princesa prometida'... Eran cómicas pero tenían elementos fantásticos, de thriller, drama... y los mezclaban de una forma muy interesante. Luego el tiempo y la realidad de la producción española te hace ver que esas películas son muy complicadas por presupuesto, porque necesitas actores que sepan viajar entre tantos géneros diferentes... Pero seguí con esa idea en la cabeza. Segundo, a nivel creativo nos dimos cuenta de cómo había cambiado este país en treinta años a nivel social, tecnológico... Cambios de los que yo, que los he vivido, ni me había dado cuenta.

–¿Qué es lo que más le impactó?

–Algo muy evidente es la tecnología. El móvil y las redes sociales han cambiado nuestra forma de relacionarnos y han hecho que la vida sentimental y sexual de las personas ya no sea la misma. Pero a mí también me impactó mucho pensar en mi madre, mi abuela y mis tías y en cómo serían ellas en una sociedad donde se les da más oportunidades y más papel y donde pueden expresarse de forma más abierta. Eran personas con una validez y una apertura de mente que en otra sociedad diferente hubieran brillado más. Intentamos plasmar todo eso a través del personaje de Carmen Machi.

–¿Cree que el público más joven se puede perder parte de la comedia?

–Creo que no. Sí que nos ocurrió con los actores jóvenes que se sorprendían con algunas escenas como cuando el señor recoge la caca de perro. Nos decían: «¿Pero esto no se hacía antes?». O con la costumbre del padre de dar collejas a su hijo. No daban crédito, se maravillaban, y decían «¡pero si esto es delito!». Pues a nosotros nos han dado unas cuantas hostias (ríe). Y luego se abrió un debate muy divertido en guion y durante el rodaje acerca de si preferíamos vivir en 1991 o en 2022. Creo que quedo al 50% (ríe).

–Si le diesen la oportunidad, ¿preferiría viajar al pasado o al futuro?

–(Reflexiona). Creo que al pasado, para intentar ser mejor persona con personas a las que yo he querido mucho, poder hacerlas más felices. Es un poco el 'leit motiv' de la película. En los últimos años perdí a mi madre y a mi tía y siempre te quedas con un «y si les hubiera dicho y hecho esto». Me gustaría contarle más cosas de mí a mi madre con lo que yo se ahora de ella (ríe).

Después de tanto 'revival' ochentero, ya tocaba contar historias ambientadas en los noventa, ¿no?

–Sí. En los ochenta culturalmente las tendencias estaban muy localizadas y marcadas, estaba el punk, la nueva ola y parece que no había más. Los noventa son grandiosos porque había de todo, estaban marcados por el hedonismo y las ganas de hacer cosas diferentes, sin normas y sin buscar tendencias. Pero es complicado trabajar en una línea temporal tan cercana porque el espectador ya lo ha vivido y eso te hace estar más vigilante.

«Los noventa son grandiosos porque había de todo, estaban marcados por el hedonismo y las ganas de hacer cosas diferentes, sin normas, sin buscar tendencias»

–Las cosas han cambiado, pero no todo ha ido a mejor. El personaje al que da vida Carmen Machi se espeluzna cuando busca trabajo en nuestro presente.

–Sí, esa es la impresión que nos da. Socialmente, hemos ganado mucho, por ejemplo en el papel de la mujer; pero en otros aspectos como el mundo laboral no y es una realidad que estoy conociendo a través de mis sobrinos a los que les hacen contrato por una semana. En los trabajos de mis padres eso era impensable, tu trabajo era para toda la vida. La desprotección que hay hoy me parece bastante injusta y decidimos que la comedia era una buena forma de dar una hostia (ríe).

-'Mañana es hoy' es fundamentalmente una comedia, pero esconde de fondo una gran tragedia y se permite que algunos de los personajes se vuelvan oscuros.

-Eso es lo que nos gustaba de esta película. Desde el principio tenía una obsesión: llevaba años trabajando comedias puras y funcionan bien, el público las demanda, y he sido muy feliz haciéndolas, pero hace tres o cuatro años empecé a hablar con mis productores de que la comedia pura probablemente se estaba explotando demasiado y de que no debíamos de tener miedo a meter comedia por caminos de drama, hacer giros dramáticos, llevarlos por el thriller y 'Mañana es hoy' nace un poquito con esa idea. Estuvimos trabajando durante mucho tiempo la estructura de la película, antes incluso de personajes, porque queríamos hacer ese juego de que no todo es blanco o negro, de que hay personajes que pueden ser más grises o más oscuros. Se trataba de no tener miedo a cosas que normalmente a los productores les da más respeto y es que los personajes que tu has ido queriendo, duante la película, den un giro bestial y te replanteen otras cosas. Eso ha sido una lucha pero también ha sido cuna declaración de intenciones desde el principio; el no estar cómodos en la comedia sino hacer una comedia en la que hubiera momentos incómodos.

Tres fotogramas de la película. Emilio Pereda
Imagen principal - Tres fotogramas de la película.
Imagen secundaria 1 - Tres fotogramas de la película.
Imagen secundaria 2 - Tres fotogramas de la película.

–Siempre ha hecho comedia. ¿Qué tiene el género que no tienen otros?

–Me parece que a través de la comedia puedes llegar más lejos en las críticas. En el drama das enunciados que son obvios o lugares comunes, una comedia emocional te permite reflexionar más. Tiene dos tiempos: la estás viendo y te estás riendo, pero cuando sales dices: «¡Hostia!». Nosotros hemos hecho una película que parte de la ciencia ficción, pero no nos metemos en temas de líneas temporales y universos paralelos, sino en asuntos como las segundas oportunidades. El drama es más de reacción inmediata, pero creo que la comedia deja más poso.

-La película se estrena directamente en Prime Video y a nivel internacional. Con un humor tan español , ¿no temieron que no fuera fácilmente exportable?

-La película se estrena en 240 territorios y países y lo que a mí me pareció muy curioso es que es un proyecto que nace con el equipo de Amazon Studios de EE UU. Son ellos los que lo eligen. Me llamó mucho la atención porque yo pensé que estaba escribiendo una comedia local (ríe). Al final les ha parecido que hay elementos comunes en temas como la emoción o las segundas oportunidades.

–Dio sus primeros pasos en la televisión, ahora que las plataformas están abriendo el camino a todo tipo de formatos, ¿no le apetece volver?

–A mí la tele me interesa y me gusta. Y ahora hay pocas barreras y fronteras entre géneros, como dices. Antes teníamos muy claro cuando hacíamos una serie de qué género era y a qué espectador iba, ahora todo es mucho más abierto. De hecho, estoy preparando dos, una para España y otra para una plataforma en EE UU. Llevo dos años escribiéndola. Lo que no me gustaría, y voy a parecer un poco egoísta, es que tengan una vida tan larga como '7 vidas' o 'Aída', donde estuve nueve o diez años en cada una (ríe).

«Estoy preparando dos series, pero no me gustaría, y voy a parecer un poco egoísta, que tengan una vida tan larga como '7 vidas' o 'Aída', donde estuve nueve o diez años en cada una»

–Un éxito así, ¿destroza física y mentalmente?

–Sí, porque además la comedia es muy difícil de escribir y dirigir. Yo estoy muy orgulloso de '7 vidas' porque aprendi todo allí, pero llevar a cabo semanalmente un guion de 45 minutos de comedia, con un ritmo de gags cada cuatro lineas, y temporadas de 26 capítulos, con años de 39 episodios... '7 vidas' la terminamos porque yo, personalmente, le dije a Paolo Vasile que no podía más.

-¿Cómo logra mantener los pies en la tierra?

-Con una familia maravillosa y con unos amigos que siguen siendo los mismos desde la infancia. Tengo además un lujo tremendo que es que llevo trabajando con el mismo equipo de guionistas desde '7 vidas' y es muy raro porque los guionistas discutimos mucho, en un punto de giro se nos va la vida y parece que nos hayan matado un familiar por defenderlo. Es sorprendente porque tener estas anclas hace que siga disfrutando mucho de mi trabajo.

-La pandemia, la invasión de Ucrania, la crisis energética… Menuda distopia en la que estamos ¿no? ¿Se puede hacer comedia con ello o solo hay ganas de huir hacia delante?

-Yo me acojo a la teoría muy acertada de que tragedia mas tiempo igual a comedia. Creo que todo esto, una vez que lo hayamos digerido y entendido, podremos hacer muy buenas comedias con ello.

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