'Un sol interior', Binoche en busca del amor verdadero

Acabar con los miedos para encontrar el amor verdadero. Así se presenta 'Un sol interior', la historia de una madre separada que encadena relaciones sentimentales sin enjundia. La mujer decepcionada es Juliette Binoche, razón de más para degustar la última propuesta de la realizadora Claire Denis, responsable de títulos como 'Los canallas' o 'Chocolat', con la que abrió su carrera.

Firma el guión junto a Christine Angot, basándose en el libro-ensayo de Roland Barthes 'Fragmentos de un discurso amoroso'. La palabra agonía fue clave para ambas a la hora de escribir, llegándose a convertir en el punto de inicio del proceso creativo.

«No desde un punto de vista negativo, la palabra agonía como una forma chic y ligeramente presumida de decir que alguien está sobrepasado por los problemas amorosos: el ideal frustrado, la eterna expectativa», explica la propia Denis. «De este modo, encontramos la estructura del relato que luego se convirtió en nuestra película».

«Queríamos escribir un guion original: nuestros propios fragmentos sobre el amor», continúa. «La protagonista, desde el primer instante que apareció, fue una versión de nosotras. El personaje fue creado a través de instantes de nuestras vidas, retazos de nuestros recuerdos. Después, nos dimos cuenta de que Isabelle, nuestra protagonista, debía ser Juliette».

El rostro de Binoche, fotografiado con arte por Agnès Godard, deslumbra en una medida mixtura entre drama y comedia romántica que compitió en la Quincena de Realizadores del pasado Cannes.

Los diálogos e interpretaciones son el punto fuerte de una elocuente producción francesa capaz de cautivar extremo al espectador si se deja llevar por los matices en la actuación de su actriz principal, perfecta en la piel de una mujer que busca comprender la profunda discrepancia entre lo que ve en los hombres y lo que quiere encontrar, distancia que se acrecienta a media que tiene encuentros, los fragmentos de los que se compone el relato.

Sin embargo, Isabelle no es una versión femenina de Don Juan», puntualiza la directora. «Ella es más como una Casanova moderna, pero por su condición de mujer debe mantenerse escondida».

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