'Todo el dinero del mundo', Scott se apunta al thriller de secuestros

A sus 80 años el realizador Ridley Scott sigue en la palestra, firmando prácticamente una película por año, como si estuviese echando un pulso a Clint Eastwood.

En su ecléctica filmografía no hay obsesiones propias de un autor ni rasgos estilísticos que lo definan, salvo su aparente pasión por rodar. Mientras algunos todavía se preguntan quién dirigió 'Alien' en su lugar, ahí están taquillazos como 'Gladiator' y clásicos imperecederos como 'Blade Runner', quizás fruto de la casualidad o de saber trabajar en equipo, y rodearse de los mejores, detalle que algunos cineastas minusvaloran.

Con 'Todo el dinero del mundo' el responsable de 'Thelma & Louise' se apunta al thriller de secuestros con una propuesta que ha dado mucho de qué hablar por razones más allá de lo puramente cinematográfico. Tras las acusaciones por comportamiento sexual inadecuado vertidas sobre Kevin Spacey, pasto de la prensa amarilla (nuca veremos igual 'American Beauty'), Scott decidió prescindir del actor cuando el proyecto estaba en postproducción, a punto de terminarse.

Cristopher Plummer sustituye a una de las caras principales de 'House of Cards', también expulsado de la serie. Para encajar a contrarreloj el cambio han tenido que combinar escenas ya rodadas con nuevos planos sobre un croma verde. La magia del cine.

En 'Todo el dinero del mundo', película basada en hechos verídicos ocurridos en Italia en 1973, Plummer encarna a un empresario millonario que se negó a pagar el secuestro de un familiar. “Tengo tantos nietos que si pago por uno, acabarían secuestrando a los otros”, denunció en su día el personaje real.

El abuelo magnate no quiso cubrir el rescate de John Paul Getty III (Charlie Plummer), pero su hija, madre coraje, no cesó en su empeño de salvar a su vástago, emprendiendo una lucha por su salvación, demostrando que el dinero no lo es todo.

Michelle Williams y Mark Wahlberg completan el reparto principal de una propuesta que explora las contradicciones del ser humano, nuestra naturaleza moralmente ambigua y las complicadas relaciones familiares.

• Temas
• Ridley Scott