Orinar en la vía pública causa contaminación por amoníaco y transmite infecciones debido a la diseminación de agentes patógenos. Más allá de la insalubridad que ... supone, dar rienda suelta a los esfínteres en la calle atenta contra cualquier principio de comportamiento ciudadano.
Las ordenanzas municipales recogen la prohibición de hacer necesidades fisiológicas en los espacios de uso público. En Logroño, por ejemplo, se trata de una infracción catalogada como muy grave. Dado su carácter insalubre e incívico, además de la sanción pecuniaria que conlleva, se podrían contemplar medidas de reeducación social para los de vejiga laxa, como limpiar lo ensuciado. Incluso, insertarles en un programa de ejercicios de Kegel, esos que ayudan a fortalecer los músculos del suelo pélvico. Frente a ello, otra opción que parece que toma posiciones es la de grabarles y subir las imágenes a internet, sin que ello suponga un delito.
Un juez acaba de dictar un auto (en contra del criterio de la Fiscalía) en el que concluye que no es delito grabar a mujeres (y también a menores) orinando en la calle y subirlo a páginas web de pornografía, algunas de ellas, de pago. Que debe tener «respuesta extra penal» y abordarse por la vía civil, considera el enjuiciador. A vueltas andamos entre tutela penal y tutela civil.
Quizá sería populista y demagogo pensar que el auto podría ir en otra dirección si el sentenciador viera a una familiar suya en una página pornográfica haciendo pis en la calle. Quizá. Lo que sí parece claro es que el auto sí que es, y perdonen la expresión, para 'miccionar' y no echar gota. Y, también, mear fuera del tiesto.
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