Celebró el año pasado la ciudad de Santo Domingo de la Calzada el Milenario de su patrón, Domingo García (1019, Viloria de Rioja - 12 de ... mayo de 1109, Santo Domingo), sin duda todo un hito para los calceatenses, los riojanos y para el Camino de Santiago en general. Hace pocas semanas, los organizadores del Milenario y del Año Jubilar publicaron las actas del Simposio 'Dominicus, Ingeniero en el Camino', uno de los actos culturales más interesantes de la efeméride.
Ya critiqué en su día la pobre y errática exposición que la catedral acogió durante meses, una oportunidad perdida más en una región que no sabe o no quiere valorar su acervo histórico, patrimonial, religioso o cultural. También hablé de las reformas neobizantinas en la cripta del Santo Abuelito y de otras florituras allí perpetradas, de escaso gusto.
Pero del Simposio, una vez leídas las actas, me surgen muchas dudas, aunque una fundamental. El médico forense y antropólogo Julio Martínez Flórez tuvo la oportunidad de analizar los restos de Santo Domingo que permanecen en su sepulcro. En el informe habla de un hombre que en vida hubiera rondado una altura de «aproximadamente 161 centímetros», individuo «de avanzada edad para la época», y aquí viene el enigma, «superior a los cincuenta años». Suponiendo que fueran sesenta años, hasta los noventa hay un largo trecho.
Si la ciencia no falla, o Santo Domingo no vivió noventa años o quien está enterrado en la cripta no es, realmente, Domingo García.
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