Una ópera para todos los públicos

La pieza es una sucesión de canciones operísticas, un repaso a los grandes clásicos del género, pero hasta los ignorantes en la materia pueden disfrutar de la función porque, con respeto a este arte, se ofrece una representación divertida y ágil inmersa en una narración, la del amor confuso y doloroso entre el tenor y la soprano. Para ello hay comunión con el público, que participa de la obra cantando a modo de coro a requerimiento de uno de los personajes durante una improvisada 'master class'. Y el público también reconoce otras canciones populares, éxitos de Queen, Frank Sinatra, Bob Marley... que se cuelan en el repertorio para hacer más atractiva la obra.

De este manera, 'The Opera locos' se convierte en un baile de máscaras, en una representación bonita, cómica y muy meritoria ya no solo por la capacidad gestual, corporal y vocal de los actores, también por el vestuario y el maquillaje, muy cuidado y detallista. Es esta una de esas obras que te evaden, que tal vez esté en los antípodas de sus gustos personales y, sin embargo, agrada. Puede ser esa la explicación de por qué la mayoría del público del Teatro Bretón de Logroño se puso en pie para aplaudir en reconocimiento a lo visto en el escenario. No es lo habitual.