La Rioja crece, pero no con el impulso exigible. El último informe de Eurostat que aquilata los datos de PIB por habitante de las principales ... regiones europeas confirma que la pandemia impactó con tanta intensidad en la economía riojana que el crecimiento del 4,5% con que cerró 2021 no fue suficiente para recobrar los niveles previos al covid, acrecentando la brecha que separa a la comunidad de los territorios europeos más prósperos y pasando de la posición 113 a la 121 en un ranking de 248. El hecho de que el resto de las autonomías del país hayan replicado una evolución similar y perdido peso en el conjunto de la UE no es alivio ni puede interpretarse como excusa. Por una parte, porque la economía riojana fue la tercera que menos medró en España en 2021 solo por detrás de Castilla y León y Aragón pero, sobre todo, porque las vecinas Navarra y País Vasco fueron las que operaron un auge más vigoroso en niveles ambas de la vanguardia de la UE. La Rioja tiene la obligación de mirarse en el espejo de la Europa más dinámica y tanto el informe de Eurostat como la situación de sectores medulares como el vino deben servir de acicate para mejorar de manera adecuada y reforzar los estándares de bienestar.
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