La quiropráctica y el corazón
Querido lector, si bien estoy tentada a escribirles sobre la terrible tragedia que acontece en Gaza y en 56 focos de conflictos bélicos no menos ... graves; sobre los comportamientos mezquinos tratando a los migrantes como números rojos; a despotricar de las incongruencias, deslealtades y comportamientos irrespetuosos que dispensan nuestros dirigentes o sobre las protestas con un noble fin que acaban en la violencia que se rechaza, este no va a ser el día.
Un día como hoy, 18 de septiembre, pero de 1895, David Palmer realizó el primer ajuste vertebral, un procedimiento que hoy conocemos como quiropráctica. Según Palmer, cuando salía de su oficina de Davenport donde practicaba la curación magnética, se encontró con el conserje del edificio, Harvey Lillard. Lillard tenía una discapacidad auditiva grave y un notorio bulto en la espalda. Palmer sugirió que el bulto podría estar relacionado con la discapacidad auditiva. Manipuló la espalda del conserje y le devolvió la audición con éxito, lo cual se convertiría en una afirmación influyente en la historia de la quiropráctica.
El relato fue refutado por la hija de Lillard, quien lo refirió según se lo contó su padre. El padre afirmaba que cuando estaba contando un chiste afuera de la oficina de Palmer, este se acercó para escuchar el final. Tras oír el chiste, Palmer le dio una palmada en la espalda. Días después, él le comentó a Palmer que desde el incidente su audición había mejorado. Tal suceso fue el que inspiró a Palmer a practicar la manipulación vertebral como método para curar enfermedades. Como quiera que fuese, el 18 de septiembre se considera el inicio de este método y se celebra el Día Mundial de la Quiropraxia, o Quiropráctica, con la finalidad de divulgar información acerca de esta disciplina sanitaria que ayuda a nuestra salud física y también mental.
Así va la realidad: mientras en unos países piden la alineación de la paz, el cese de la hambruna, las violaciones, la explotación infantil..., y ruegan que se alineen los acuerdos, la sensatez, el humanismo, en otros suplicamos que nos alineen las vértebras de la columna y los huesos del cráneo, para mantener la salud del sistema nervioso. Estamos, por supuesto, en nuestro derecho de procurarnos una buena salud, física y, la aún más necesaria, buena salud mental.
Aunque, desengañémonos, ninguna de ellas puede existir si no cuidamos el cerebro, que no el cráneo, y el corazón. El corazón que marca los tic-tac y el que marca la calidad de persona que somos.
Y es que, al igual que nuestros sistemas y órganos del cuerpo están conectados, lo están los seres humanos y los mundos. En palabras de Mahatma Gandhi: «Nadie puede hacer el bien en un espacio de su vida, mientras hace daño en otro. La vida es un todo indivisible».
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