Desde la libertad que de momento parece que nos permiten a los ciudadanos de este país –no sé por cuanto tiempo– opino que el presidente ... del Gobierno no está en sus cabales. Y lo digo de la forma más común que he sido capaz de dilucidar. Me equivocaría si lo quisiera definir científicamente, porque no soy siquiatra ni lo pretendo. Sin embargo es imaginable que si viviera Castilla del Pino (que me honró con su amistad y su inteligencia) no necesitaría más de una sesión de consulta para hacer un diagnóstico preciso y extenso –lo mío es una opinión– cuyo resultado o informe final no distaría mucho de la esencia de mi apreciación y del estado mental del personaje.
No hay que ser un lince para comprobar la extraña dualidad que aloja el cerebro de este individuo, que desde que entró en escena, con protagonismo de primera figura del teatro de la política, ha venido dando bandazos de toda índole, con contradicciones inconmensurables, que sobrepasan lo que podríamos llamar simplemente mentiras, en las que por otra parte es un verdadero fenómeno. Y no voy a rellenar líneas de este breve texto con un sinfín de ellas, que darían fe de lo que afirmo: está censado y confirmado por hemerotecas diversas y sería inútil repetirlas.
Pero lo que no deja de asustarme, además de lo que se nos avecina económicamente, que es tenebroso y catastrófico, y más allá del tema sanitario que tarde o temprano tendrá solución, es comprobar la persistente connivencia de los que acompañan en esta deriva al interfecto, sean ministros o altos cargos del gobierno, o del propio PSOE, que uno creyó que eran inteligentes, de brillante curriculum y sobrada experiencia, y con algún atisbo de dignidad democrática, pero que se han reencarnado, por acción u omisión, en orates de semejante falaz. Y cuyos actos se asemejan a Thelma y Louise en su camino hacia el precipicio, aunque con la certeza de que todo ese elenco áulico saltará con paracaídas; mientras el resto de mortales, simples ciudadanos como el que esto escribe, nos despanzurraremos para quedar literalmente remostados.
En la misma línea de complacencia y apoyo, como si de una rediviva cadena de prensa del Movimiento y su aparato de propaganda- subvencionada- se tratara, se encuentran no pocos medios informativos, sean de papel (algunos de ellos compiten con sobrada holgura con el extinto y siniestro diario Arriba) o televisivos (parece que reviven al NODO), jaleando con embeleco acciones irresponsables, de toda índole, al tiempo que ocultan la verdadera realidad del desastre de la gestión de gobierno y su dudosa deriva. Y cuyos efectos devastadores sobre el bienestar del conjunto de la sociedad española, será la verdadera y perdurable pandemia para la que no habrá vacuna que valga. Y en la que, otra vez más, por una negligente gestión política, la pobreza, la miseria y el hambre, nos arruinaran socialmente durante demasiados años. Y entre tanto persisten en denostar a la oposición, que parece que solo son el centro o la derecha, sin que ninguna otra ideología política tenga vela en este rosario de cadáveres y entierro de libertades, y eso que hay verdaderas joyas en los escaños del Congreso. Bastante tuvimos con cuarenta años de franquismo para instalarnos ahora, amparado en la situación de estado de alarma, en un autocrático sanchismo. Hitler dijo: primero el poder, después la revolución. En ello parece que están nuestro insomne condotiero y su desvelado socio.
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