Entre la sangría del campo y la Degollada
«Por nuestra parte, la solución no radica en protestar ante el Ministerio en Madrid; hemos tenido varias protestas sin resultado alguno...»
Damián Sáez Angulo
Agricultor
Miércoles, 18 de diciembre 2024, 21:49
En España padecemos en estos momentos una visible sangría en el sector primario por la falta de regulación y cumplimiento de las leyes desde la ... unión europea, marginando y despreciando un producto que es esencial para la existencia del ser humano. Europa debe reflexionar urgentemente, al aplicar a nuestra producción leyes muy estrictas, necesarias, pero no exigibles en convenios con países externos a la UE; y no estar permitiendo incumplir la ley con precios inferiores al coste real de la producción, tratando de suplantarlos con subvenciones puntuales.
El sector no quiere subvenciones, solo desea que el producto salido del esfuerzo y del sudor de su frente en una profesión tan dura y rutinaria con evidente deterioro físico de quien la practica, sea remunerado como exige el libre comercio en una sociedad avanzada como la nuestra, que contempla cómo el relevo generacional es negativo, entendible desde el maltrato que se da desde Europa a esta profesión.
Hemos de preguntarnos qué modelo de agricultura y ganadería nos quieren imponer desde Europa, el tradicional con pequeñas explotaciones autónomas que miman el producto o el de extensas explotaciones, generalmente dominadas por grandes fortunas y fondos de inversión sin alma, y sin otro interés que el beneficio por encima de la calidad y del trato directo al trabajador como ser humano.
Si no se toman medidas, en el primero de los casos sin relevo generacional por no ser atractivo el panorama que ofrece la profesión, nos acercamos a un punto de no retorno en el que la falta de estos alimentos puede ser una realidad en un tiempo no muy lejano; porque nos están terminando de hundir con el alza incontrolada de los precios a nuestros medios de producción que no se reflejan en los precios pagados al productor, precios que se mantienen estables desde hace varios años, con lo que la sangría puede terminar en un caos absoluto e irreparable.
Salvo que la solución sean nuevos tratados como Mercasur, votado preferentemente por nuestros eurodiputados españoles, recientemente nombrados , a sabiendas de que ello supone dar el descabello final a nuestros productos agrícolas y ganaderos, porque a los productores de países terceros no se les exigen las mismas condiciones sanitarias que a nosotros y porque es notorio que el salario en estos lugares es, por ley, mucho más bajo que en nuestro país, lo cual hace que los costes de producción sean infinitamente menores que los nuestros porque obtienen un producto más barato pero, indudablemente, menos sano.
Por nuestra parte, la solución no radica en protestar ante el Ministerio en Madrid; hemos tenido varias protestas sin resultado alguno; la solución es, ante nuestro futuro y el de nuestros hijos y nietos, obligados a desaparecer del mundo rural, abandonando a su suerte su patrimonio por voluntad de la nefasta política ejercida en Europa con la complicidad de nuestros eurodiputados, una protesta indefinida que ya ejercimos en su día, más conocida por el lugar donde tuvo más impacto, 'la Degollada'. Una protesta donde las reclamaciones deban tenerse en cuenta ya que nosotros no tenemos nada que perder porque nos han hecho perderlo todo; y que sepan que no estamos dispuestos a desaparecer sin antes defender con todo a nuestro alcance el futuro del sector, nuestra familia y nuestro patrimonio, conseguido tras mucho esfuerzo, algo que debemos como tributo a nuestros antepasados.
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