Ciclismo y todo lo demás
Todos sabemos que hablar de los deportes electrónicos (o 'esports') a estas alturas es hablar de un mercado en auge, con una audiencia muy consolidada ... y en crecimiento. Ahora bien, ¿ha sido el confinamiento el último empujón que le faltaba a los 'esports' para instalarse definitivamente en la élite del consumo de entretenimiento?
Obviamente habrá tantas respuestas como personas a las que preguntemos. Sin embargo, existen algunos hechos que sirven como constatación del avance de los' esports'. Por ejemplo, tenemos ya a los primeros personajes socialmente conocidos y reconocidos gracias a este mundo. ¿Quién no se ha divertido con un torneo ruso de tortazos o con una carrera de canicas 'casteada' por Ibai Llanos? ó ¿quién no ha visto un 'gameplay' en Youtube de su juego favorito?
En cualquier caso, y aunque el avance es palpable e inexorable, la particularidad del confinamiento ha dado lugar a nuevas explosiones dentro del ocio electrónico. Quizá el más importante hayan sido los simuladores competitivos de ciclismo basados en el rodillo. La imposibilidad de salir arrojó a muchos usuarios al sufrido rodillo, pero con nuevos alicientes y motivación. Las carreras competitivas con grupetas virtuales se convirtieron en la sensación. Por una parte, teníamos a ciclistas y exciclistas profesionales avanzando la hora de sus entrenamientos para que aquellos fans que quieran compartir su actividad puedan hacerlo y, por otra, a medios organizando carreras ciclistas diarias por etapas basadas en aplicaciones como Bkool o Zwift donde los amateurs, además, tenían la oportunidad de demostrar su nivel incluso entre deportistas profesionales.
Asimismo, una gran mayoría de ligas o clubes llenaron el vacío de su actividad con torneos de fútbol virtual (sobre todo de FIFA 20) retransmitidos y con un nivel de aceptación y seguimiento mayor del habitual.
Lo dicho, una rueda imparable y que, probablemente, el largo confinamiento haya ayudado a acelerar.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión