Suicidio, un tema delicado

Siempre se dice que hablar del suicido es un tema delicado, pero para los supervivientes es una necesidad. Superviviente es el término que se utiliza ... para referirse a quienes han perdido a un ser querido por suicido. La primera vez que la escuchas, piensas que no puede ser la palabra correcta, que lo has entendido mal, porque para mí, un superviviente es alguien que ha sobrevivido a un accidente de coche, a un ataque o a una gran inundación. Pero sí, superviviente del suicidio, es exactamente lo que somos quienes hemos vivido esta pérdida. Sobrevivimos diariamente al hecho de que no fuimos capaces de detectar las señales; sobrevivimos imaginando qué podríamos haber hecho para haberlo evitado; sobrevivimos pensando que sabíamos que podía pasar pero no supimos evitarlo. Somos supervivientes porque cuando te enfrentas a este tipo de fallecimiento cada uno de nosotros genera su propio kit de supervivencia (familia, libros de duelo, terapia, artículos de prensa) y, de pronto, un día descubres que hay una comunidad de personas que se encuentra en la misma situación que tú y va a compartir generosamente su propio kit. Y ya no estás solo, no eres el único superviviente. Normalmente, estas asociaciones especializadas aparecen por casualidad, como me ocurrió a mí con Color a la Vida, a raíz de un artículo de Diario LA RIOJA. Es entonces cuando empiezas a sentirte un poco más acompañado, un poco más comprendido. Incluso sorprendido porque tenemos un Día Internacional del Superviviente por la pérdida de un ser querido por suicido, el tercer sábado del mes de noviembre. Es un día que sirve para dar voz a aquellas personas que se ven obligadas a transitar este duelo en silencio. Porque no hablar del suicidio no previene más muertes, sino que nos priva la oportunidad de aprender a prevenirlas. Hablar del suicido y de los supervivientes, no es tanto un tema delicado sino incómodo, porque nos obliga a enfrentar un dolor que muchas personas cargamos en silencio.