La protección de la flotilla a Gaza abre otra grieta en el Gobierno entre el PSOE y Sumar
El socio minoritario del Ejecutivo reprocha a los socialistas que la fragata 'Furor' de la Armada no escoltara a la expedición solidaria pasada la zona de exclusión marcada por Israel y critica los llamamientos a no cruzarla
El llamamiento hecho por el Gobierno a la flotilla solidaria Global Sumud (GSF), rumbo a Gaza, para que no se adentrara este miércoles en ... la zona de exclusión establecida por el ejército israelí ha abierto una nueva grieta entre el PSOE y Sumar. El Ejecutivo ya advirtió en la noche del martes a los integrantes de la expedición, formada por alrededor de 500 activistas internacionales que buscan romper el bloqueo israelí a la ayuda humanitaria, de que la fragata Furor, enviada para darles asistencia en caso de que sea necesario un rescate, no podría traspasar ese límite. La formación de Yolanda Díaz se lo echa en cara.
Sumar defiende que el Gobierno no debería haber pedido a los voluntarios -entre los que se encuentra la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau- que «se retiren» por cuestiones de seguridad, como a mediodía recomendó este miércoles de nuevo la ministra de Defensa, Margarita Robles, sino que debería haberles garantizado la protección. La propia vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, defendió esa posición en un mensaje en la red social Bluesky. «Netanyahu es un criminal de guerra responsable del genocidio contra el pueblo palestino. Es el único fuera de la legalidad», denunció.
Otros partidos de la izquierda, como Podemos y Compromís coinciden en la crítica. La exministra de Igualdad, Irene Montero, argumentó que la «obligación legal» del Ejecutivo es «proteger» la misión con la fragata de la Armada. «El buque que el Gobierno envió para 'ayudar' a la Flotilla ¡les pide abandonar la misión! ¡Es Israel quien viola la legalidad internacional atacándoles!», escribió en un mensaje en redes. "La política de titulares que no sirven para nada de este Gobierno ha ido demasiado lejos", recriminó también la líder de su partido, Ione Belarra. La diputada Àgueda Micó, de la formación valenciana, arguyó incluso que la conducta gubernamental resulta «contradictora» después de que España haya reconocido el Estado Palestino.
Israel dejó claro desde un inicio que su intención era interceptar la flotilla y trasladar a su tripulación al puerto de Asdod para proceder a su interrogatorio y deportación, como había ocurrido con misiones solidarias anteriores. Pero algunos medios israelíes llegaron a vaticinar que, dada la envergadura de esta expedición, formada por más de 45 embarcaciones, algunos barcos podrían ser hundidos. El ministro de Exteriores de Israel, Gideon Saar, insistió, pocas horas antes de que la flotilla se adentrara en la zona roja, en que los activistas aún están a tiempo de desembarcar la ayuda que transportan (alimentos, medicinas y material escolar) en Israel, Chipre o «cualquier otro puerto de la región».
Labores de salvamento
Los socialistas, mientras, reclaman a sus socios que no hagan «demagogia» con este asunto. El portavoz en el Congreso, Patxi López, insistió en que el buque de acción marítima español no puede, aunque lo desee, rebasar la línea marcada por Israel que, como Estado beligerante en un conflicto bélico, podría considerarlo un acto hostil. La ministra de Defensa hizo aun así una salvedad y abrió la puerta a hacerlo «en caso de absoluta necesidad, si hubiera labores de salvamento», pero pidió a los miembros de la flotilla que valoraran el riesgo asumido.
López, como el propio Pedro Sánchez desde Copenhague, calificó en todo caso de «encomiable» la misión de la Global Sumud. Este es un asunto espinoso para el jefe del Ejecutivo, que ha hecho de la defensa de Gaza una de sus principales banderas y confía en que su implicación activa en contra del «genocidio» de Israel contra el pueblo palestino le ayude a reactivar al electorado progresista en un otoño que se presenta caliente en lo judicial para su entorno político y personal.
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