El nuevo Parlament romperá la imagen de los dos bloques del 'procés'

Están en juego la presidencia de la Cámara catalana y los miembros de la Mesa del Parlament. Votación decisiva, que en estos momentos es toda una incógnita. Junts, ERC y la CUP apuestan por que la presidencia recaiga en una fuerza independentista y que el secesionismo pueda controlar la Mesa. Pero si el PSC, que ganó las elecciones, obtiene el apoyo de los comunes y del PP, se llevará el gato al agua. Está por ver. Esquerra, de entrada pide desvincular esta negociación de la de la investidura, cuya primera votación será el 25 de junio.

De momento, la Cámara catalana cambiará la imagen que ha tenido durante el 'procés'. Desde 2015, el hemiciclo catalán estaba dividido visualmente en dos bloques: los escaños de los tres partidos independentistas situados en un lado y los de los constitucionalistas en el otro. Cada bloque ocupaba, más o menos, una de las dos mitades de la bancada. Esta fotografía cambiará esta legislatura. Las dos mitades pasarán a estar marcadas por el eje izquierda-derecha. De un lado, los diputados del PSC, ERC, comunes y CUP. Del otro, los parlamentarios de Junts, PP, Vox y AC. La composición del nuevo hemiciclo puede tener lectura en clave de investidura, si ERC apoyara finalmente a los socialistas, pero aún es muy pronto.

Tanto Illacomo Puigdemont optan a la presidencia de la Generalitat. Los socialistas ocuparán el lugar principal de la izquierda, a partir de la segunda fila, justo detrás de la bancada del Govern. Junts hará lo propio, pero en el lado derecho. Los dos se ubican en posiciones de partido de gobierno. Los posconvergentes, que ocupan los escaños de CiU en época de Pujol o Mas, están ejerciendo una fuerte presión. Amenazan a Sánchez con retirarle el respaldo si el PSCno facilita la investidura de Puigdemont y avisó este martes de que si el expresidente no es designado candidato, habrá que repetir las elecciones.

En su presión a ERCy en su objetivo de que haya nuevas elecciones para formar una candidatura unitaria del nacionalismo, Junts está contando con el apoyo de Lluís Llach (ANC) y Artur Mas. Llach pidió el voto a los junteros y cargó con dureza contra Oriol Junqueras.

Mientras, el Govern calculó ayer que unas 100.000 multas impuestas por los Mossos a manifestantes a favor de la secesión y contra la sentencia del 1-O tendrán que retirarse o devolver su importe como consecuencia de la aplicación de la ley de amnistía.