

Ayuso sitúa a «todo el PP detrás» de Feijóo para «derribar el Muro de Berlín» del sanchismo
La presidenta madrileña dirige al congreso de los populares un discurso muy duro contra el Gobierno «comunista», pero cerrando filas con el líder y abogando por atraer a «los socialistas que quieren lo mejor para su país»
Era la anfitriona del XXI Congreso Nacional del PP convocado en el Ifema de Madrid e Isabel Díaz Ayuso se reservó para esta mañana de ... domingo, para preludiar la clausura protagonizada por Alberto Núñez Feijóo, con un discurso siempre a su manera, muy duro contra el Gobierno «comunista», pero que no contrapunteó al líder más de lo conveniente para los intereses en juego. De hecho, si algo ha hecho la presidenta de la Comunidad, más allá de su combativa y frontal retórica contra el sanchismo, ha sido cerrar filas con el presidente de los populares para que llegue a lidiar «el morlaco» que tiene por delante -reconstruir España, ha enfatizado, tras el paso de Pedro Sánchez por La Moncloa- y situar la sigla al servicio de ese objetivo. «Todo el partido detrás de ti», ha aseverado por dos veces Ayuso, quien ha comparado el derrocamiento político de este Ejecutivo con la caída del Muro de Berlín y ha pedido a la ciudadanía crítica «martillo, pico y pala» para propiciar el cambio: "El muro de Sánchez no caerá, lo tiraremos entre todos".
Si en algún momento de los prolegómenos del congreso planeó sobre el mismo la sombra de algún cisma -en especial, en torno a las primarias de «un militante, un voto» preconizado por la baronesa madrileña-, se ha disipado en un contexto en el que las circunstancias se han puesto de cara para el PP tras el reventón para el PSOE del 'caso Cerdán'. Feijóo encauzó las fricciones sobre el proceso de elección del liderazgo del partido con una fórmula mixta asumida por Ayuso, sin que haya llegado a haber una voz más alta que otra -que la del jefe de filas reelegido con el 99,24% de los votos- en un baño colectivo de autoestima, confianza y euforia orientado a un único objetivo: proyectar la imagen de una alternativa unida, blindada y solvente frente a un Sánchez al que la oposición ve, según ironizaba un dirigente esta mañana en el ferial madrileño, como «los protagonistas de 'Los otros', muerto políticamente sin saberlo».
Ayuso llegaba a este congreso amparada por su mayoría absoluta y unas encuestas que auguran un nuevo naufragio de las izquierdas madrileñas, pero interpelada por el procesamiento por presunto fraude tributario de su novio y las pesquisas judiciales añadidas por los negocios de éste con Quirón; un procedimiento judicial que la mandataria solapa con otro procesamiento paralelo, este más excepcional: el del fiscal general del Estado por supuesta revelación de información reservada, precisamente, sobre Alberto González Amador. La presidenta, que se ha arrancado con un canto a su tierra como lugar de acogida que permite no tener que decantarse por una única identidad«, se ha mostrado inclemente con la corrupción que acecha a Sánchez, a su Gobierno y al PSOE. «Están desesperados porque ya no saben a quién elegir sin que esté imputado», ha ironizado en una alocución trufada de 'ayusismos' que han despertado los aplausos de la concurrencia.
La líder madrileña ha vuelto a confrontar el Madrid que ella encabeza, al que se va a «triunfar» y a progresar y «antídoto del comunismo», a la España «subvencionada», clientelar, con ciudadanos «cerrados y apagados» que ha atribuido al actual inquilino de La Moncloa. «Que me dejen en paz, ser libre a mi manera», ha clamado Ayuso a modo de encarnación del sentir compartido que anidaría en la comunidad que preside. «Señor Sánchez, privilegio eres tú, comunismo eres tú. Si pudieras te pondrías el chándal caribeño, y lo sabes», se ha regodeado ante los presentes, mientras pintaba al líder del PSOE como un aprendiz de las prácticas supuestamente turbias en el exterior de las que ha responsabilizado una vez más al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero.
«Implosionar en cualquier momento»
Pero más allá del discurso que cabía esperar de ella con más de 3.000 compromisarios del partido reunidos en su casa y en plena erosión del sanchismo, Ayuso sí ha advertido no solo de que el PP debe estar «preparado» para ir a las urnas «porque esto puede implosionar en cualquier momento»; también de que debe pelear para que evitar que todos aquellos ciudadanos desanimados tiren la toalla por agotamiento si la legislatura consume los dos años que le restan. Una posibilidad que ha venido a dar por posible porque los socios «no van a romper» -ha llegado a remedar despectivamente a Yolanda Díaz- dado que aún tienen margen «para desguazar España» beneficiándose de la debilidad de Sánchez. Y ante un verano, en el que ha colocado el hito más próximo en la reunión del 14 de julio del Gobierno y el Govern de Salvador Illa para encauzar la financiación singular de Cataluña, que obligará, ha alertado, a «mirar el BOE» a diario como «las patrullas ciudadanas».
«Somos todo lo que el sanchismo no defiende», ha aseverado para reivindicar la capacidad aglutinadora del PP en este momento crítico, el partido ancho dispuesto a ir a por los diez millones de votos que han defendido en el cónclave Feijóo y también el expresidente José María Aznar. Un proyecto amplio que debe ganarse, ha rematado Ayuso, a los «cada vez más socialistas que quieren lo mejor para su país» antes que la persistencia de este Gobierno. Porque el Muro de Berlín «lo tiraron los berlineses», no cayó solo.
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