Bares de La Rioja con 'Soletes' que admiten perros
La Guía Repsol destaca cuatro establecimientos hosteleros de Logroño y otro en Arnedillo por su gastronomía y donde los animales domésticos son bienvenidos
La Guía Repsol ha destacado a cinco bares de La Rioja que, además de contar con la distinción Solete, son 'amigos' de los animales. «Los Soletes son sitios a los que tenemos mucho cariño, que están atentos a las tendencias y a las demandas sociales. Y habíamos detectado un interés creciente de los usuarios por descubrir dónde puedes ir con tu mascota. Yo misma tengo un perro, Bowie, y me hace feliz poder incorporarlo a las salidas familiares», ha explicado María Ritter, directora de Guía Repsol. De entre los 270 establecimientos hosteleros destacados en toda España por su gastronomía y que permiten la entrada de mascotas, cinco son de La Rioja: Toten, Lasoga, Días de Norte y La Anjana en Logroño y La Huella en Arnedillo.
La Rioja se rige por la legislación nacional, en concreto por el real decreto que regula la higiene de la producción y comercialización de los productos alimenticios en establecimientos de comercio al por menor, y que regula el acceso de animales de compañía a los establecimientos hosteleros. Como es lógico, no se permite el acceso de las mascotas a la cocina y el almacén, y estas deberán estar sujetas. No obstante, los responsables de los establecimientos pueden prohibir el acceso de animales, excepto a los perros de asistencia, informando expresamente con un cartel a la entrada.
No es el caso de La Anjana, situada en la zona de La Laurel. «Creemos que las mascotas son parte de la familia y siempre son bienvenidas, disfrutamos mucho con ellas. La mayoría (más del 95%) son muy educadas y no dan guerra, aunque algunas tienen que mejorar», explica el propietario de La Anjana, Óscar Bacaicoa. «Nosotros queremos que vengan todos. Yo he tenido perro y ha sido tan maravilloso que no puedo dejarlos fuera», advierte el dueño del bar.
Óscar Bacaicoa reconoce que les llaman bastante, sobre todo gente de fuera que va a visitar la ciudad, para asegurarse de que pueden entrar con sus mascotas. La mayoría, perros. «Gatos hemos tenido alguno, pero en transportín», señala Bacaicoa. «Lo que recomendamos es no acudir a La Laurel con las mascotas en los momentos más álgidos porque con tanta gente y ruido pueden sufrir», aconseja Bacaicoa.
Otra de las condiciones de la normativa es que los animales no entren en contacto con el equipo y útiles del local, así como con las superficies de las mesas y de la barra. «En ese sentido no tenemos problema porque nuestras mesas son altas y los perros no llegan. Y si nos piden agua para ellos, la damos, pero preferimos que los propietarios traigan sus propios cuencos», advierte el responsable de La Anjana.
Galletas y cuencos de agua
Cristina Pamplona, de la cafetería Días de Norte, informa de que dispone de galletas y cuencos de agua para perros, más importante en verano. «Nosotros tenemos dos perros, un border collie y un bichón maltés, y cuando viajamos nos resulta complicado entrar a los establecimientos con ellos, así que cuando abrimos el bar quisimos permitir su entrada», explica Cristina Pamplona. «Lo que no permitimos es que estén al nivel de las mesas o en las sillas, deben estar en el suelo», especifica la responsable de Días de Norte.
Ser 'amigos' de las mascotas les ha procurado nueva clientela y la fidelización de la misma en el bar. «Hay gente que empezó a venir sin su perro y cuando se enteró de que podía entrar con él comenzó a venir con el animal», cuenta Pamplona. Es más, delante se encuentra el hotel Isasa, que también permite alojarse con mascotas. «Muchos días servimos sus desayunos y vienen clientes con sus mascotas», afirma.